Fotograma de la película El perfume
Recuerdo una escena muy cómica de una película. Un galán de Hollywood, maduro, atractivo, de pelo plateado, está con un amigo en un bar y le dice compungido: “No sabes cómo te envidio. Llevas 30 años casado con la misma mujer, desayunas con la misma mujer, comes con la misma mujer, te acuestas con la misma mujer,..Yo en cambio siempre de cama en cama, asediado por jovencitas que lo único que buscan es sexo y diversión”. En ese momento la cámara enfoca al amigo que escucha incrédulo y babea chorros de espuma exageradamente.
Recuerdo una escena muy cómica de una película. Un galán de Hollywood, maduro, atractivo, de pelo plateado, está con un amigo en un bar y le dice compungido: “No sabes cómo te envidio. Llevas 30 años casado con la misma mujer, desayunas con la misma mujer, comes con la misma mujer, te acuestas con la misma mujer,..Yo en cambio siempre de cama en cama, asediado por jovencitas que lo único que buscan es sexo y diversión”. En ese momento la cámara enfoca al amigo que escucha incrédulo y babea chorros de espuma exageradamente.
Démosle su oportunidad
al humor, porque:
¿Quién no ha
fantaseado con ser acariciado por varias mujeres o por varios
hombres, o por un montón mujeres y hombres? ¿Quién no ha
fantaseado con hacer un trío, un cuarteto, o con hacérselo con
una orquesta sinfónica? Seamos honest@s, las fantasías las tenemos
todos.
Vaaale, de
acuerdo, ….un@s más que otr@s.
Opción
A. No tengo fantasías………..Pues lo siento, no me lo creo,
háztelo mirar.
Opción
B. Las utilizo para masturbarme……………….Bienvenido al club
Opción
C. Las utilizo para hacer el amor con mi pareja………También
somos de ese club.
Opción
D. Tengo pasta y hago realidad mis fantasías………..…..Invítanos
a tu club
Opción
E: Tener fantasías es pecado……………………No mola ese club
Opciones
F,G,H,…Escribe las que se te ocurran
¿Y si existiese una
manera de poder compartir con otras personas algunas de esas
vivencias sin correr riesgos, sin obligarse a nada? ¿Y si hubiese
una forma de llevar ese erotismo “fantástico” a la práctica,
en lugar de imaginarlo o leerlo? ¿Por qué no compartir juegos,
caricias, palabras, miradas, silencios,…ternura y quizá amistad?
Trata de verlo exactamente igual que si se tratase de compartir una
comida. Si se puede pertenecer a una sociedad gastronómica, ¿por
qué no está bien visto pertenecer a un club de amigos del
erotismo?
Bueno, quizá te hayas
llevado las manos a la cabeza y estés diciendo: “pero éste tío
está colgado, no se puede comparar compartir una paella con
“compartir” a mi pareja, no es lo mismo estar vestidos comiendo
alrededor de una mesa que estar desnudos acariciándose alrededor de
unas velas”
Efectivamente, ahí está
el “meollo” del asunto.
¿Por qué nos dan tanto miedo las
cosas del cuerpo? El censor que llevamos dentro, ¿nos
lo han “colado” o viene de serie? ¿Por qué le damos tanta importancia a las cosas que
tienen que ver con la escasez de ropa?
¿Por qué las sobredimensionamos y nos rasgamos las vestiduras?
¿Por qué las sobredimensionamos y nos rasgamos las vestiduras?
Todas las cosas tienen
la importancia que queramos darles (creemos que en esta frase
tan simple se encuentra parte del secreto de la felicidad)