Ayer tuvimos nuestro 5º encuentro de
sensualidad en Palencia. Hubo alguna ausencia por culpa de una
inoportuna caída en bicicleta, pero la providencia nos sorprendió
con la aparición de una dulce mujer palentina, a quién rápidamente
encontramos pareja.
Algunos venían por primera vez, otros
éramos los habituales.
Comenzamos bailando esta sugestiva canción que interpreta Jamie Culum, y luego todo fue dejarse llevar....
No deja de sorprenderme la naturalidad
con la que en unos instantes nos desprendemos de nuestras carcasas y
dejamos la piel al descubierto, para luego regalarnos sentidos
abrazos y tiernas caricias. Con la complicidad de la música y la
penumbra, el tiempo se detiene en nuestro refugio mágico. Las velas
y el incienso se queman, mientras las manos ven y escuchan, piden
permiso y se aventuran por universos temblorosos, que unas veces nos
reciben emocionados y otras callan. La generosidad más desnuda nos
rodea. Un grito de gratitud se quiere escapar de mi garganta, pero
me reprimo.….
…Aún queda camino por recorrer.