martes, 31 de marzo de 2015

ENCUENTRO INESPERADO

NUESTRO ENCUENTRO DEL 29 DE MARZO

                                                             Pastoral de Rupert Bunny

Tenía que ocurrir, ¡y finalmente ocurrió!

Una persona, una mujer, que venía al encuentro de sensualidad, sola, de incógnito total, horrorizada ante la posibilidad de coincidir con alguna persona conocida, se dio de bruces con una persona muy conocida, un familiar muy cercano.

¿Y ahora qué hago?, me interrogaba nerviosa antes de entrar a la sala de actividades.

Lo mejor es que entres, le dije, nos sentamos y lo hablamos entre todos. Así lo hicimos, y conseguimos que se tranquilizase. Nadie viene a nuestros encuentros con ganas de fastidiar, y así se lo manifestó la persona que la conocía. A los pocos minutos se había olvidado de sus temores y participaba con total normalidad en los juegos que nos sirven para explorar, memorizar, reconocer y disfrutar de nuestras anatomías, tan diferentes, tan placenteras, tan irrepetibles. Es evidente que para esa persona,el encuentro inesperado del domingo pasado supone un antes y un después. De una manera natural, sin esperarlo, ella ha comprobado que el mundo no se viene abajo por el hecho de que haya manifestado y reconocido su curiosidad erótica, delante de una persona conocida, que sentía la misma curiosidad que ella.

Estas situaciones siempre me hacen reflexionar sobre una cuestión…

Nuestro cuerpo, el único cuerpo que tenemos, ¿es nuestro realmente? ¿Por qué tenemos miedo de que los demás averigüen nuestras preferencias en materia de comportamientos eróticos? ¿Por qué hemos permitido que nos arrebaten nuestro cuerpo los políticos, los médicos, la iglesia, los educadores, nuestros vecinos, nuestros familiares, nuestras parejas?

La respuesta prefiero dejársela a sociólogos, psicólogos, intelectuales y estudiosos de los comportamientos humanos. Pero la pregunta es para tod@s.

Por lo demás, nuestro encuentro fue un placer, como siempre. Cuando al final de la sesión nos situamos frente al enorme espejo de la sala, todos abrazados, con nuestros cuerpos brillando por los aceites aromáticos que nos habíamos repartido generosamente, pudimos contemplar la belleza de la desnudez más total y absoluta, la que nos unió y nos hizo a tod@s iguales y generos@s. Nos regalamos nuestros cuerpos, compartimos el placer de la piel, acariciamos con mayor o menor sabiduría o torpeza, fue de nuevo un aprendizaje. Fue otra batalla ganada por la reconquista de nuestro cuerpo.

¡Gracias a tod@s!




miércoles, 4 de marzo de 2015

NUESTRO PRIMER ENCUENTRO DE 2015






Hemos tardado  en “arrancar” de nuevo. No viene mal  parar un poco y ver las cosas con perspectiva. Incluso conocer otras opciones. Anima saber que hay otras personas que se atreven a llevar a cabo iniciativas para “despenalizar” el cuerpo. Por ejemplo, en enero y febrero he vuelto a participar en los talleres “itinerantes” de ternura de Aingeru Mayor, y he tenido conocimiento de los talleres de sexualidad de Rebeca Juárez (Madrid) Desde este blog estaríamos encantados de colaborar en la difusión de otras iniciativas similares, para lo cual os pedimos que nos enviéis  algún enlace si sabéis de alguna. Todo sea por contribuir a la revolución  social más sólida que puede haber, que es la que empieza por romper las propias  cadenas.

En nuestro encuentro del domingo 1 de marzo retomamos nuestra actividad, y lo hicimos con ganas. Como siempre, al comenzar nuestra sesión, volvimos a recordar  que con nuestros encuentros queremos averiguar cuál es nuestra relación  con nuestro cuerpo erótico, y saber si es mejorable. Tratamos de enfocarlo como un tema científico y nos ponemos nuestro traje de “científicos de lo erótico”, confeccionado con piel humana cien por cien, y dejamos colgados fuera del laboratorio, en la percha, otros trajes confeccionados a base de prejuicios, condicionamientos, culpabilidades, juicios, miedos, sospechas,…Es cierto que a veces alguien no se ha desprendido del todo de este tipo de prendas, y entonces, en la sala de experimentos, se produce una reacción química imprevista. Generalmente se soluciona con un poco de cabeza fría, aunque otras veces es necesario tiempo y trabajo personal.

Tratamos de no avergonzarnos por tener una erección, …o por no tenerla, por excitarnos mucho,…o por no excitarnos nada, por desear,… o por no desear. La palabra es “libertad”. Libertad para ejercer nuestro derecho al propio placer, administrándolo siempre según nuestro deseo. También intentamos despenalizar los gestos eróticos que “suenan sospechosos”. Con la misma ternura, emoción,   y entrega  con la que aceptamos un encendido beso en  la mano, en la frente o en los labios, intentamos  ser capaces de aceptar un beso en los genitales. Que quede bien claro que digo intentamos.  Ese es parte del  trabajo en nuestro laboratorio.

Nos animaría mucho recibir opiniones respecto  a éste tema. Los comentarios siempre son bien recibidos (desde el respeto, por supuesto).

Besos