Reflexión sobre la actitud adecuada a desarrollar en un taller de sensualidad

A un taller sensual hay que venir libres y un poco reivindicativas, en plan: tengo un cuerpo apto para gozar y gozar es bueno. Ésto debemos repetírnoslo como un mantra todxs, pero sobre todo las mujeres.

Nosotras muy especialmente debemos repetirnos machaconamente y hasta el hartazgo: soy hermosa, mi cuerpo es bello y mi placer limpio. No vale permitirse ni un solo pensamiento de hermanastra en plan, qué barrigola tengo, qué pistoleras, qué horror de venitas, estoy blanducha o crueldades de ese estilo que jamás diríamos a una amiga a la que queremos bien.

Soy libre y mi cuerpo es el resultado de muchísimo siglos de evolución, respeto mi naturaleza y vengo a gozar tranquilamente. Venimos a gozar. Gozar es bueno. Gozar es puro. Es beneficioso para el individuo y para toda la sociedad. Esa es la actitud.

Para disfrutar es importante abrirse al placer, cerrar los ojos, abrir los poros y sentir. Pero también es importante saber distinguir y esquivar lo que no nos agrada o no nos apetece; porque a veces, con eso de ser libres a toda costa, podemos forzarnos y aceptar caricias que no deseamos. Ser libre también significa saber decir: stop!, aquí no me toques, así no me achuches, sepárate un poco. Y mejor si lo decimos con una sonrisa. O un guiño.
Susana Moo
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