viernes, 14 de marzo de 2014

HABLAN ELLAS

               
                                                           Pues sí,... soy yo.
                                                Foto Asociación Contraluz Palencia

 Sensualidad y sexualidad no tienen porqué ir unidos, pero la línea que a veces lo separa no está nada clara para muchas personas. Lo que sí está claro es que nuestros encuentros son más sensuales que sexuales.
                La mayoría buscamos una ampliación de sensaciones corporales. Yo misma me lanzo a explorar, a sumergirme en el mundo erótico-sensual (aunque a veces me asuste un poco). Lo que me empuja a seguir en este proyecto es el convencimiento de que se nos brinda una oportunidad para crecer como personas, para conocernos un poco más.
                Normalmente, en las relaciones íntimas, tendemos a centrar la atención en aquellas zonas que nos resulta más fácil y cómodo de estimular, quedando fuera de juego la mayor parte del cuerpo. Si nos quedamos ahí  puede resultar pobre y repetitivo.
                Es en este punto donde os invitamos a explorar: ¿qué siento si me acaricias suavemente detrás de las rodillas?, ¿entre los dedos?, ¿y si me adentro por esas zonas donde nunca se me ocurrió explorar?...
                Estoy convencida de que tod@s saldríamos ganando si nos propusiéramos indagar en la multitud de rincones olvidados,  o si sacáramos a la luz esa creatividad que hay en nosotr@s a la hora de relacionarnos.
                No se trata pues de practicar sexo, sino de descubrir toda una gama de sensaciones, dejarnos sorprender por nuevas experiencias, prestar más atención a las otras personas, escuchar atentamente a nuestros cuerpos y compartir todo esto con el resto del grupo.
                Un abrazo, 
                                                                    María Jesús


1 comentario:

  1. me encanta, y has dado en la clave con ese "aunque a veces me asuste un poco". ¿A qué será debido? Soy una mujer joven, pero lo suficientemente madura para empezar a disfrutar de mi sexualidad y sensualidad, juntas o separadas. Pero muchas veces, justo cuando voy a dar el último salto y lanzarme... ahh!... se asoma ese miedo irracional y estúpido (al menos para mí) que me lo impide. Envidio a las mujeres totalmente libres y ¡me gustaría aprender tanto de ellas!

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