Inercia es la tendencia
de un cuerpo a permanecer en el estado de reposo o movimiento en el
que se encuentra. Para vencer la inercia hay que ejercer una
fuerza externa. Un columpio está parado por inercia. Si lo
empujamos se balanceará indefinidamente por inercia hasta que alguna
fuerza externa - el rozamiento, la gravedad- le hagan detenerse, y
así permanecerá de nuevo indefinidamente, por inercia.
La física no resulta muy
erótica a simple vista, pero, … todo está relacionado.
Por amor, por instinto,
por locura,…nos emparejamos, nos vamos a vivir juntos y traemos
niños al mundo. Por inercia dejamos de compartir puestas de sol,
confidencias, caricias. Por inercia vamos cogiendo kilos, malos
hábitos,.. por inercia llegan las peleas, el mal rollo, el primer
engaño,….la separación. Es igual que cuando nos da el sueño al
volante, va llegando poco a poco, nos va atrapando. Si reaccionamos a
tiempo estamos salvados, si no reaccionamos estamos perdidos.
La inercia ataca
especialmente a la salud erótica. Quizá no nos atrevemos a
pedirle a nuestra pareja que nos haga “eso” que tanto deseamos,
eso con lo que tanto fantaseamos, esas caricias que nos dan la vida,
o aquello que nos produce un placer especial y que es lícito,
porque nuestro cuerpo es un instrumento diseñado para el placer.
Tememos que si se lo pedimos ponga cara de: “¿pero lo dices en
serio?”.
Entonces queda
resignarse, refugiarse en un mundo de fantasías incumplidas que uno
mismo crea, recurrir al sexo de los/as profesionales, consumir
porno y practicar el “amor propio”,..o buscarse un/una amante,
cosa que no es fácil y que no suele ser la solución,…. y así
hasta acabar durmiendo en camas (o en casas) separadas.
Acabamos de cumplir dos años en el
Laboratorio Experimental de Erotismo. Creemos que es un buen momento
para hacer balance y replantear algunas cosas, de revisar algunos de
nuestros códigos. Después de un verano en el que hemos holgazaneado
mucho y nos hemos regalado muchos paseos desnudos por el campo y el
monte, en compañía de otras personas venidas de Palencia,
Valladolid, León, Burgos, Bilbao,… se impone plantearse un nuevo
“curso escolar”.
Hay una pregunta que siempre ha
suscitado polémica y curiosidad, que ha sido objeto de especial
atención y de interrogatorios por parte de algunas personas que
querían acudir a alguno de nuestros encuentros. Se trata de la gran
cuestión:
“Sex o no Sex”
O sea, hay o no hay sexo en el
Laboratorio Experimental de Erotismo.
Hemos tratado de dar a entender que la
satisfacción del placer sexual inmediato no era una de nuestras
prioridades, que el "final feliz" no estaba en nuestra agenda, pues entendemos
que plantear las relaciones en nuestro laboratorio como una
persecución del orgasmo, conduce a lo de siempre: perderse lo mejor
del viaje, por estar pensando sólo en la llegada.
Esa actitud ha sido una manera de
evitar que nuestro proyecto se entienda como una excusa para una
promiscuidad descontrolada, deshumanizada y falta de delicadeza. Es
estimulante comprobar cómo algunas personas acostumbradas a
experiencias en las que el sexo era casi el único objetivo, se han
quedado con nosotros porque han descubierto que hay placeres menos
evidentes que les habían pasado desapercibidos, y que aquí son
considerados objetivos principales.
Nosotros con cada encuentro hemos
aprendido cosas valiosas y hemos intentado enmendar errores y añadir
matices dentro del complejo mundo de las relaciones erótico/
sensuales. Creemos que después de dos años de proyecto ha llegado
el momento de hacer justicia y conceder la amnistía al malo de la
película: El sexo explícito.
¿Qué es lo que ha cambiado entonces
para que adoptemos este nuevo rumbo?
En primer lugar, queremos aclarar que
la sensualidad, la delicadeza, la ternura, la creatividad, el “saber
estar, sentir y vivir”, seguirán siendo nuestras propuestas
principales. Ser conscientes de las consecuencias de todos nuestros
actos dentro de nuestros encuentros nos hará libres y capaces de
llegar a donde queramos llegar. Entenderemos a partir de ahora que
cada persona es libre de ejercer su derecho consciente al placer y
que en determinadas ocasiones, en determinados juegos o ejercicios,
cada uno y cada una hará valer su propio código moral, no el que se
nos ha impuesto. Intentaremos liberarnos de aquellas “verdades
absolutas” que no hemos elegido, analizaremos con detenimiento qué
es lo que de verdad queremos y se lo haremos saber a los demás,
aceptando que ellos quieran o no quieran compartir nuestro juego. Nos
concederemos la libertad para vivir nuestra erótica sin
restricciones, pero siempre de una manera consciente,
desmitificaremos toda esa terminología peyorativa que convierte un
beso en los labios en algo “normal”, y un beso en los genitales
en algo “sospechoso”.
Lo único que pretendemos es alcanzar
nuestra mayoría de edad erótica, y eso lo conseguiremos cuando cada
persona esté dispuesta a vivir su placer y el de los demás con
entera libertad. Este será nuestro reto desde nuestro próximo
encuentro que tendrá lugar el viernes 26 de setiembre a las 19.00 en
nuestro lugar habitual en Palencia.
Os recordamos que, si bien gran parte
de nuestros juegos y ejercicios están diseñados para ser
practicados en pareja, eso no significa que no puedan acudir personas
que no tengan alguien con quien venir. Os animamos a visitarnos.