El nombre de este juego
surgió espontáneamente durante una sesión. Suele encadenarse
después de “Círculo de placer”, el juego en el que embadurnamos
nuestros cuerpos de aceite. Se realiza con los ojos vendados.
Se trata de mezclarse
en una marea humana de cuerpos desnudos, en busca de
aquellas manos y de aquellos cuerpos cuyo lenguaje nos parezca lo
suficientemente sugerente para entablar un apasionado dialogo con
ellos.
Puede ocurrir que estemos
permanentemente “buscando”, que nos conformemos con entablar
“conversación” con todos, puede que nos decantemos por uno, dos
o tres,... Pueden ocurrir muchas cosas. La “ceguera” es muy
agradecida en estos casos. Dejan de ser tan importantes algunos
detalles que normalmente se detectan con el sentido de la vista, y
en consecuencia le damos valor a lo que somos capaces de apreciar
mediante el sentido del tacto, el olfato, el oído,… o el gusto.
Nos fijamos en la textura de la piel, nos dejamos conquistar por la
sinceridad de las caricias, podemos enamorarnos de unas manos que nos
hablan de una manera poética, podemos abrazarnos a un cuerpo que
se ofrece con generosidad,…si logramos desprendernos de los miedos,
los celos y los prejuicios, puede ser una experiencia única.