lunes, 20 de abril de 2015

A EROS EXPERIMENTAL

 Agradecemos este texto de  Félix Rodrigo Mora, quien participó en nuestro  encuentro de erotismo en Palencia del pasado 29 de marzo.

                                                 MIRÓN (Paco Carrillo)
Promover el entusiasmo por lo corporal y por el Eros es una de las tareas de nuestro tiempo, un quehacer necesario y emancipador. Vivimos en una sociedad que, en apariencia, eslibrey por tantotolerantecon el cuerpo y al erotismo pero que, en realidad, reprime y sobre todo impide (impedir es la forma superior de reprimir) lo uno y lo otro de variadas y muy eficaces maneras1.

Por eso hay que alabar e incluso ejemplarizar todo esfuerzo en pro de una reconciliación del ser humano con su corporeidad y de una superación de las barreras y prohibiciones que hacen del verdadero erotismo una vivencia en la sombra, una práctica acosada y hostigada, particularmente el heterosexual. Esas son las metas de Eros Experimental.

Se dice que estamos en una edad deculto al cuerpo. Pero, ¿a qué cuerpo?, ¿quizá a la corporeidad desexuada, antifemenina, infantilizada y aberrante de las modelos?, ¿o a esa idea de lo esbelto hecha de delgadez aséptica e higiénica, ayuna de toda referencia al magnetismo de la belleza y el deseo?, ¿o al cuerpo productivo y mercantilizado de las estrellas del deporte?, ¿o a la esquizofrenia de la mujer asalariada, siempre con unos quilos de más y siempre añorando una adelgazamiento que es meramente una moda, en la que no hay espacio para la fantasía erótica, para soñar con encuentros arrebatadores?, ¿o al de quienes no les queda nada más que la comida, pues todo lo demás se lo ha desposeído el sistema de dominación, de manera que devoran y devoran, auto-aniquilándose como corporeidad con belleza y magnificencia?

La gran mayoría vive su condición corporal con vergüenza, prevención, confusión, dolor. Temen su cuerpo y lo ocultan. O bien lo enseñan sin gracia ni galanura, sin encanto ni picardía, como algo resultante de buscar la comodidad en los veranos más que de la utilización de los diversos registros del lenguaje no verbal para enviar a los Otros mensajes afectuosos y unitivos, incluso afectivos e incitantes. La mediocridad y zafiedad dominantes afecta también al Eros.

Es una gran desgracia la pérdida casi total del lenguaje corporal referido a lo erótico, la ignorancia de que esto es sobre todo un estado de la mente y no un mostrarcarnea la manera habitual en los seres nada, sin elegancia ni trascendencia ni inteligencia ni fogosidad. Hubo un tiempo en que una siempre mirada podía incendiar de deseo, hoy apenas nada mueve pasionalmente al sujeto apático, desmotivado y desestructurado que fabrica en serie el actual sistema. Éste ya no saber mirar, quizá porque le han extirpado el alma.
Se habla incluso del declinar del deseo. Sí, y tiene sus causas. Está la represión directa y la demonización, las caricaturas de tolerancia y permisividad, el rebajamiento de lo erótico a una gimnasia higiénica, la soledad como estado estructural en una sociedad donde lo colectivo-colectivista ha sido excluido, las jornadas interminables de trabajo, la alimentación tóxica habitual, el colapso de la amistad y el declinar del amor, la conversión de las relaciones entre los sexos en algo problemático a causa de los sexismos, la mala forma física, la mercantilización creciente del sexo, la primacía del consumo sobre el Eros, la conversión de la tristeza y la depresión en modos habituales de estar y algunas cuestiones más.

La persecución del erotismo heterosexual se hace desde las instituciones del Estado, a través de normas legales de tipo neo-franquista, como la Ley de Violencia de Género (2005), que en su preámbulo presenta a aquél como una agresión del hombre hacia la mujer. Para dicha ley toda relación erótica es una violaciónA partir de ahí la represión del erotismo adopta nuevas formas, renaciendo de sus cenizas con todo el aparato de siempre, policías persiguiendo y la jauría de las y los enrolados en la nueva policía del pensamiento (que se hace policía de lo erótico) agrediendo impunemente a quienes desean, humildemente, realizarse en el terreno de lo amatorio y amoroso, de lo corporal y lo emocional, de lo que une a los hombres y las mujeres quizá más que casi ninguna otra cuestión.

No, no es una buena época para el erotismo, por eso Eros Experimental tiene un gran mérito, porque va a contracorriente y se hace una expresión revolucionario de la voluntad de abrir nuevos caminos al respeto amoroso por el propio cuerpo y al amoroso deseo de cuerpos ajenos, que son al mismo tiempo mentes y espíritus.

El erotismo es atracción, fusión, unificación, ruptura de las barreras que habitualmente separan a los seres humanos. Es amor. Por eso los iluministas castellanos del siglo XVI, aquellos cristianos magníficos perseguidos por la Inquisición, sostenían que nunca están los seres humanos más cerca de Dios que cuando están en el acto amatorio, porque Dios es amor y el Eros es expresión de lo amoroso, por tanto de lo divino. A ellos les reprimieron de un modo y a nosotros nos reprimen de otro, con la Ley antes citada que, supuestamente está hecha paraprotegera las mujeres: sí, así de misógina es dicho engendro legal. Se ha dicho que tal ley es contra el deseo, el erotismo y el amor, y así es exactamente. Su víctima principal, no nos dejemos engañar, es la mujer.

La pasión por lo físico y la material es un estado de ánimo que me domina. Venero la grandiosidad de los árboles, la magia de las montañas, la sublimidad de las grandes llanuras, la excelencia de la naturaleza toda cuando se muestra sin recato. Del mismo modo soy un gran admirador de lo corporal humano, porque la excelsitud y la belleza de los cuerpos es una expresión de lo real magnífico, de lo que nos impulsa a vivir y nos enseña a estimar la existencia.

En mi libro Tiempo, historia y sublimidad en el románico rural investigo las manifestaciones de corporeidad explícita y furia amatoria que existen en los edificios de arte románico levantados entre los siglos XI y XIV, asunto que ha sido al mismo tiempo descaradamente ocultado y desvergonzadamente tergiversado. Es el románico amoroso, o románico erótico, bastante común en la mitad norte de la península Ibérica. Son cuerpos desnudos, vaginas, penes, coitos, etc. en piedra, que muestran orgullosamente lo que somos, sin temor ni vergüenza. Ese es su mensaje: así somos, así estamos hechos, y resultamos ser magníficos en nuestra corporeidad, y por eso lo exponemos artísticamente aquí, para que las gentes del futuro comprendan nuestro mensaje liberador y disfruten de la desnudez como práctica emancipadora.
Quienes creemos que la desintegración de la sociedad y la trituración de la persona sólo pueden remediarse a través de un cambio radical e integral, una revolución total, sabemos que una parte de ésta es la redefinición de la corporal, de lo erótico y de lo amatorio. En eso estamos. Y ahí Eros Experimental, cuyo principal designio es promover experiencias prácticas y vivibles de amistad, reconocimiento y encuentro, de desnudez, sensorialidad y atrevimiento, ha hecho ya bastante y estoy seguro que hará mucho más.

Abril 2015
Félix Rodrigo Mora



1 Una prueba del terrible acoso y represión que hoy padece el erotismo es la aserción, exacta, de S.T. Dawidowitz sobre que hoy en los asuntos sexuales la gente miente a sus amigos, a sus amantes, a sus médicos, en las encuestas y a misma. En efecto, pero ¿por qué miente? La respuesta es fácil de establecer: porque no se puede decir la verdad, porque la presión del poder constituido es tal brutal y despiadada que la verdad ha de ser ocultada, no sólo a los demás sino a uno mismo. Una expresión concreta de ello es el linchamiento que los ambientes neo-pacatos están sometiendo a la trilogía Las 50 sombras de Grey, de la que es autora E.J. James, en nombre de la liberación de la mujer, uno de los argumentos-farsa usados por la nueva mojigatería para imponer a los demás sus cavernícolas ideas, impedir el libre erotismo y, sobre todo, reprimir determinadas expresiones de la sexualidad femenina. No defiendo particularmente esa obra sólo su derecho a existir pues en lo erótico no hay una única práctica aceptable sino varias, y todas ellas han de poder manifestarse. Sostener que únicamente hay un tipo de sexo “bueno” ha sido a lo largo de los siglos el argumento favorito de los represores. En el Eros o hay libertad para la pluralidad o no hay libertad en absoluto, de manera que cada cual ha de buscar su forma concreta de desearlo, fantasearlo y vivirlo.