sábado, 21 de diciembre de 2013

ENCUENTRO NAVIDEÑO




El viernes 27 tendremos un nuevo encuentro en el Laboratorio Experimental de Erotismo. Será a las 21.00 h.
Dejaremos los zapatos y los prejuicios en la puerta. Jugaremos, bailaremos, iremos perdiendo la ropa hasta que la desnudez nos haga a todos iguales iguales. Luego haremos la sesión de masaje. Esta vez volveremos a experimentar con el sentido del olfato, con un juego llamado “La ruta de las Especias”. Además la sesión de masaje variará un poquito. Experimentaremos el masaje a varias manos, una marea de placer para quien lo recibe. Todos daremos y todos recibiremos nuestra parte de placer. No faltará la parte de “engrasado colectivo “ y por supuesto, el “manos libres”. Os esperamos.



Desde El Laboratorio Experimental de Erotismo os deseamos unas muy eróticas navidades, y por supuesto un 2014 lleno de sensaciones muy, muy sensuales.  


martes, 3 de diciembre de 2013

NUESTRO SEXTO ENCUENTRO






Seguimos con nuestras actividades en el Laboratorio Experimental Erotismo. El sábado pasado tuvimos nuestro sexto encuentro. Estuvimos 14 personas. Algunas de ellas, algo más de la mitad, tenían experiencia en lo que se conoce como el “mundo liberal”.
El reto que se nos planteaba era compaginar los, llamémosles, “distintos intereses” de las personas que vemos en este proyecto una ocasión para explorar facetas no tan evidentes de lo erótico, con otros intereses que buscan resultados más inmediatos en el terreno del sexo explícito.

En esta ocasión le dimos una oportunidad al sentido del olfato, con un experimento en el que ellas se untaron una parte del cuerpo con canela, y nosotros, con los ojos vendados, como si fuésemos ciegos, teníamos que rastrear con el olfato su cuerpo. Parece fácil, pero no lo es tanto. Y si no, probadlo. Luego ellas nos “olfatearon” a nosotros. Hubo bastante cachondeo y en general, todo el mundo resolvió su prueba, aunque algunos/as necesitaron alguna pista.

Otro juego, en el que había que afinar el oído, fue “La jaula”, en el que alguien estaba encerrado dentro de un círculo formado por todo el resto de participantes. El que estaba encerrado dentro de la “jaula” podía ver, pero tenía unos cascabeles sujetos a los tobillos para que los demás pudiéramos escuchar sus movimientos, el resto teníamos los ojos vendados. Su labor era conseguir escapar del círculo y arriesgarse a ser sometido a tortura de cosquillas si era atrapado en el intento de fuga.

El termómetro erótico subió bastantes grados cuando pasamos a embadurnar nuestros cuerpos con aceite de masaje. Lo hicimos por turnos, 6 chicas a un chico y 6 chicos a una chica, hasta que todos estuvimos bien engrasados para dar paso al ejercicio “Manos libres”, en el que nos confundimos, sin poder ver nada, en una marea de cuerpos y pieles agradables y calientes, y en el que apenas se puede saber a quién tocas y quién te toca. Es una especie de vagabundeo errante en el que buscas a alguien que te de la confianza suficiente, que te haga un gesto, que te convenza con una caricia sincera, para iniciar con esa persona (o grupo de personas) un dialogo en el que la afectividad se mezcla con la sensualidad, y en el que las caricias pueden adquirir tintes muy pasionales. Son momentos en los que se pueden derrumbar de repente muchas barreras y se pueden desactivar actitudes muy defensivas, pudiendo llegar fundirte en un abrazo muy emotivo con alguien a quien supuestamente no conoces. En el transcurso de este experimento puedes distinguir si tocas a un hombre o a una mujer, si el vello en el cuerpo es abundante y por la complexión, por el perfume, pero hay cuerpos que favorecen la confusión, hasta que te das cuenta de lo evidente…Interesante para romper tabúes. Aclaro que no se trata de fomentar la homosexualidad, pero también aclaro que hay muchas personas bisexuales que agradecen este tipo de “juegos”. Una mujer dijo una vez que le había encantado poder acariciar tantos pechos femeninos.

No faltó la sesión de masaje sensual, en la que todos descubrimos las habilidades y las carencias de los demás a la hora de ser comunicativos con las manos. Resulta muy interesante comprobar que todos podemos hablar con las manos, y que se puede comunicar mucho, poco o nada,… igual que en la vida real.

Desde el comienzo de nuestras actividades, algunas de las personas que participan en estas sesiones han manifestado claramente su deseo de vivir los placeres del erotismo sin mantener relaciones sexuales en el transcurso de las mismas. Las caricias, los abrazos, la sensación de sentir el propio cuerpo desnudo navegando entre una marea de otros cuerpos desnudos a los que no vemos, pero que podemos sentir, oler, intuir, son experiencias muy ricas y placenteras en sí mismas, que no dejan a nadie indiferente. La posibilidad de extender los brazos entre la multitud y acariciar sin prisa y a discreción, el aluvión de sensaciones que producen una docena de manos que te cuentan cosas, el hecho de que no sea tan importante “ver” sino “sentir”, la búsqueda de los placeres que nos proporciona el viaje en sí mismo , sin darle tanta importancia a la “llegada”, fueron hechos apreciados y reconocidos por todas las personas que participaron en nuestra última sesión.

Al final de la sesión se abrió un debate sobre si se había producido alguna frustración en aquellas personas que tienen planteamientos más “prácticos” en esta cuestión (es un eufemismo, ya lo sé). Se habló de las opciones “sin orgasmo”, también se reconocieron algunas frustraciones que se producen en ciertos ambientes del “mundo liberal”, que alguien calificó por propia experiencia como “fríos”,… El encuentro resultó positivo y hubo buena química, alguien lo calificó como “otra manera de comunicarse”.