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lunes, 8 de septiembre de 2014

REVISANDO NUESTROS PROPIOS CÓDIGOS

Performance de José Abajo Izquierdo

Acabamos de cumplir dos años en el Laboratorio Experimental de Erotismo. Creemos que es un buen momento para hacer balance y replantear algunas cosas, de revisar algunos de nuestros códigos. Después de un verano en el que hemos holgazaneado mucho y nos hemos regalado muchos paseos desnudos por el campo y el monte, en compañía de otras personas venidas de Palencia, Valladolid, León, Burgos, Bilbao,… se impone plantearse un nuevo “curso escolar”.

Hay una pregunta que siempre ha suscitado polémica y curiosidad, que ha sido objeto de especial atención y de interrogatorios por parte de algunas personas que querían acudir a alguno de nuestros encuentros. Se trata de la gran cuestión:

Sex o no Sex”

O sea, hay o no hay sexo en el Laboratorio Experimental de Erotismo.

Hemos tratado de dar a entender que la satisfacción del placer sexual inmediato no era una de nuestras prioridades, que el "final feliz"  no estaba en nuestra agenda, pues entendemos que plantear las relaciones en nuestro laboratorio como una persecución del orgasmo, conduce a lo de siempre: perderse lo mejor del viaje, por estar pensando sólo en la llegada.
Esa actitud ha sido una manera de evitar que nuestro proyecto se entienda como una excusa para una promiscuidad descontrolada, deshumanizada y falta de delicadeza. Es estimulante comprobar cómo algunas personas acostumbradas a experiencias en las que el sexo era casi el único objetivo, se han quedado con nosotros porque han descubierto que hay placeres menos evidentes que les habían pasado desapercibidos, y que aquí son considerados objetivos principales.
Nosotros con cada encuentro hemos aprendido cosas valiosas y hemos intentado enmendar errores y añadir matices dentro del complejo mundo de las relaciones erótico/ sensuales. Creemos que después de dos años de proyecto ha llegado el momento de hacer justicia y conceder la amnistía al malo de la película: El sexo  explícito.

¿Qué es lo que ha cambiado entonces para que adoptemos este nuevo rumbo?

En primer lugar, queremos aclarar que la sensualidad, la delicadeza, la ternura, la creatividad, el “saber estar, sentir y vivir”, seguirán siendo nuestras propuestas principales. Ser conscientes de las consecuencias de todos nuestros actos dentro de nuestros encuentros nos hará libres y capaces de llegar a donde queramos llegar. Entenderemos a partir de ahora que cada persona es libre de ejercer su derecho consciente al placer y que en determinadas ocasiones, en determinados juegos o ejercicios, cada uno y cada una hará valer su propio código moral, no el que se nos ha impuesto. Intentaremos liberarnos de aquellas “verdades absolutas” que no hemos elegido, analizaremos con detenimiento qué es lo que de verdad queremos y se lo haremos saber a los demás, aceptando que ellos quieran o no quieran compartir nuestro juego. Nos concederemos la libertad para vivir nuestra erótica sin restricciones, pero siempre de una manera consciente, desmitificaremos toda esa terminología peyorativa que convierte un beso en los labios en algo “normal”, y un beso en los genitales en algo “sospechoso”.
Lo único que pretendemos es alcanzar nuestra mayoría de edad erótica, y eso lo conseguiremos cuando cada persona esté dispuesta a vivir su placer y el de los demás con entera libertad. Este será nuestro reto desde nuestro próximo encuentro que tendrá lugar el viernes 26 de setiembre a las 19.00 en nuestro lugar habitual en Palencia.

Os recordamos que, si bien gran parte de nuestros juegos y ejercicios están diseñados para ser practicados en pareja, eso no significa que no puedan acudir personas que no tengan alguien con quien venir. Os animamos a visitarnos.

Besos
Eduardo y Mª Jesús




viernes, 22 de agosto de 2014

MANOS LIBRES



El nombre de este juego surgió espontáneamente durante una sesión. Suele encadenarse después de “Círculo de placer”, el juego en el que embadurnamos nuestros cuerpos de aceite. Se realiza con los ojos vendados.

Se trata de mezclarse en una marea humana de cuerpos desnudos, en busca de aquellas manos y de aquellos cuerpos cuyo lenguaje nos parezca lo suficientemente sugerente para entablar un apasionado dialogo con ellos.


Puede ocurrir que estemos permanentemente “buscando”, que nos conformemos con entablar “conversación” con todos, puede que nos decantemos por uno, dos o tres,... Pueden ocurrir muchas cosas. La “ceguera” es muy agradecida en estos casos. Dejan de ser tan importantes algunos detalles que normalmente se detectan con el sentido de la vista, y en consecuencia le damos valor a lo que somos capaces de apreciar mediante el sentido del tacto, el olfato, el oído,… o el gusto. Nos fijamos en la textura de la piel, nos dejamos conquistar por la sinceridad de las caricias, podemos enamorarnos de unas manos que nos hablan de una manera poética, podemos abrazarnos a un cuerpo que se ofrece con generosidad,…si logramos desprendernos de los miedos, los celos y los prejuicios, puede ser una experiencia única.


sábado, 26 de abril de 2014

SONETO ALEJANDRINO










Una seguidora del proyecto nos ha escrito y dedicado un soneto a MªJesús, a Susana Moo y a mí.Nos has emocionado con tu arte, Rosa. ¡Gracias!




Laboratorio experimental de erotismo

Encontré una pareja de locos y valientes
junto con la mujer que solo muestra sus pies.
Generosos, alegres de encontrarse los tres,
se comparten, son desprendidos y transparentes.

Sencillo proyecto. Del erotismo creyentes
quieren contagiar ternura, sensualidad y es
experimentando que aspiran iniciar, ves,
la nueva revolución sexual: vivir conscientes.

Buscar la fuerza de la libertad, el poder
de fundirnos con otros, con entrega y pasión
unir cuerpo y alma, siendo sin ser. Recoger.

Ir más allá del placer, mi anhelo e intención,
no quedarme en lo propio, procurar trascender
venciendo la inercia y extender la invitación.
Rosa Four

                                          Música de Frank Loesser. Dedicado a Rosa Four

domingo, 16 de febrero de 2014

SAN VALENTÍN, ENCUENTRO NÚMERO 12


Alfonso Val Ortego. "Las cosquillas"


El viernes de San Valentín nos permitimos una sesión un poco más larga de lo habitual. Comenzamos con un juego para crear confianza entre los miembros del grupo. Era un juego divertido en el que había que relajarse y abandonarse, y confiar en que estaríamos constantemente protegidos por el grupo. Es muy útil y resulta muy placentero si somos capaces de relajarnos, lo cual no le resulta tan fácil a todo el mundo. De la misma manera que no somos conscientes de un ruido hasta que éste no cesa (por ejemplo, el zumbido de una nevera), tampoco nos damos cuenta de la cantidad de tensiones musculares que mantenemos constantemente sin necesidad. Creo que vendría bien incluir una sesión de relajación al final de la actividad.

Jugando a ser fotógrafos:

Influenciados sin duda por la reciente sesión de fotografía erótica, cuyos resultados esperamos poder mostrar en unos días, ayer jugamos a que, por un momento, éramos fotógrafos y teníamos que diseñar “escenas” que pudieran servir para ser fotografiadas. Hubo varias propuestas, algunas muy eróticas, que fueron llevadas a la práctica siguiendo las instrucciones de sus respectivos diseñadores o diseñadoras, quienes elegían para ello a quienes querían, de entre las personas que estábamos allí. Con ello nos regalamos el placer de mirar y de crear, y practicamos el erotismo visual. Nos hemos planteado para más adelante fotografiar en cada sesión los resultados y poder mostrarlos. Pero sin prisa…

Luego nos dimos una ducha por parejas (elegían las chicas) y nos metimos en la sauna. Es pequeña, pero batimos el record Guinness, nos metimos todos y hubo mucho cachondeo y bromitas. También hubo un pequeño susto por un resbalón que, aunque fue muy sonoro, no tuvo consecuencias. Mejor usar chanclas. Luego pasamos al jacuzzi y hubo masajitos en los pies. Se estaba muy bien en el agua, pero nos quedaba toda la parte de engrasado colectivo y masaje sensual,… Total, que se pasaron casi cinco horas, y hubiéramos seguido allí, pero ....

Nunca hay dos sesiones iguales, y siempre se aprende algo nuevo.

Besos

lunes, 21 de octubre de 2013

FANTASÍA

Mafalda trabaja en la biblioteca municipal. Me fijé en ella un lunes. Llovía a cántaros. Yo acababa de pedir en préstamo un libro titulado “Juegos eróticos de salón”. Cuando hubo realizado los trámites del préstamo y extendió su mano para darme el libro, me dedico una sonrisa encantadora y me advirtió que se estaba formando un charco en torno a mi paraguas. Me cautivó su manera dulce de reñirme. Desde ese día siempre procuro que sea ella la que me atienda. Es elegante, un pelín coqueta, lo justo,…muy atractiva. Creo que está empezando a darse cuenta de me gusta.

Tatiana tiene una tienda de mascotas. Es rubia, seguramente teñida, lleva el pelo encantadoramente alborotado. Su vestimenta básica consiste en camiseta, un amplísimo repertorio de minifaldas y sandalias romanas. Después de observarla disimuladamente decenas de veces a través de las jaulas de gatitos, perritos y pececitos, un día por fin, me decidí a abordarla. Hice acopio de valor, respiré hondo, entré en la tienda y con un aire de autosuficiencia que me sorprendió, le solté las palabras mágicas: “necesito urgentemente…….un spray antipulgas”. Ella me miró de arriba abajo y me dijo: “los que tengo son para perros”. En ese momento me sonó el móvil. Salí de la tienda rojo como un tomate maduro.


Me gustaría irme a la ducha Mafalda y Tatiana,
enjabonarnos a discreción,
sin prisas,
mientras nos regalamos miradas cómplices,
sonrisas pícaras,
palabras amables…
Hacernos cosquillas,
turnarnos para estar en el medio...
Dejar que el agua se lleve la desconfianza, los recelos, los prejuicios.
Que sólo importe el momento, que no haya otras expectativas….

Y si no es mucho pedir….
..que me dejen robarles algún beso.




sábado, 12 de octubre de 2013

CARICIAS AL AMANECER

Me gusta recibir el amanecer calentito debajo del edredón. Me gusta oír al gallo cantar al amanecer.
 No, no es un tópico, tenemos gallo, pero no dice “kikirikiiii”, sino “pocoapocoooo”.                                                            Así que poco a poco le acaricio la espalda a mi chica (por las mañanas ella siempre me da la espalda). Llamo a su puerta, a veces no me contesta, porque está dormidííííísima. Otras veces se da la vuelta y nos abrazamos con desesperación, como si yo fuese un astronauta a punto de partir a una larga y arriesgada misión. Mi pierna busca refugio entre sus muslos, presiono suavemente esa zona tan húmeda y caliente. El acople es perfecto. Nuestras piernas se enredan (las dos suyas y las tres mías). Acaricio sus muslos y siempre me detengo maravillado en la curva que forma su cadera. Ella me rodea con el brazo y nos abrazamos con avaricia, como si yo fuese un aventurero que va a partir de viaje a un país lejano y enigmático, y que no volverá hasta pasados unos meses (en realidad voy a llevar a la niña al cole). Siento su respiración caliente en mi oreja, y me excito mucho,… pero nunca hacemos el amor a esas horas. Desciendo con mi mano por su pierna hasta tocar su pie. Ella flexiona la pierna para que pueda acariciarlo cómodamente. Le encanta que le acaricie el pie. Luego subo por el muslo y busco la línea que separa sus dos preciosos mofletes, y me recreo en sus nalgas… No sé qué tienen sus nalgas que me apetece comérmelas a todas horas…Y nos abrazamos como si fuese mi hora de partir a la guerra … 
 Nos manoseamos, nos estrujamos…
 ¡Qué placer el de la carne! Carne suave, caliente, amorosa, húmeda, tierna…
 Hay momentos en los que llego a entender a los caníbales…


lunes, 23 de septiembre de 2013

SOME DAY MY PRINCE WILL COME



PRELUDIO
Transportes Montoya era una referencia en el sector de transportes de mercancías por carretera en Palencia. Su propietario, Francisco Montoya había consolidado una sólida y solvente empresa, empezando solamente con un camioncillo desvencijado y echándole horas como un poseso. La empresa era un éxito, pero había desatendido a la familia. Irene, su mujer, le había dejado, y su hijo, a quien no veía desde hacía años, no daba señales de vida ni para pedirle dinero. Para colmo, llegó lo del infarto.. Durante su estancia en el hospital su hijo le visitó. En el fondo era un buen chico. Le contó que la mujer de sus sueños le había engañado con su mejor amigo. Hicieron las paces. Su padre, conmovido y emocionado con el reencuentro, le insinuó la posibilidad de que él se hiciera cargo de la empresa. Por primera vez en muchos años Paco Montoya tuvo tiempo para pensar. Las cosas no iban a ser igual cuando él saliera de allí, si es que salía.

SCHERZO
Francisco Montoya publicó el siguiente anuncio en la sección de amistad de una página de contactos:
Hechizado “Soy un joven de 30 años, pelo castaño, ojos claros, labios carnosos, hoyuelo en el mentón, 1m. 84cm de estatura, cuerpo atlético, no fumador, muy solvente. He sido hechizado por una bruja que me ha encerrado en el cuerpo de un hombre de casi sesenta, calvo, velludo y con barriga. Este hechizo solo se puede deshacer si una joven y exuberante mujer, accede  a regalarme una sincera noche de amor. No es seguro que funcione, pero si funciona, compartiré con ella todo lo que poseo.”

MODERATO
Cuando Charo, 28 años, leyó el anuncio experimentó una sensación de estupor y admiración por semejante cara dura. Mientras se cepillaba los dientes se partía de risa y no paraba de decir, ”joder, ¡qué jeta el tío ese!”. Al día siguiente, al regresar del supermercado en el que trabajaba, encendió el ordenador para ver el correo. No supo muy bien cuál fue el mecanismo que hizo que de nuevo se encontrase en la página de contactos escribiendo en el buscador “Hechizado”. Mientras saboreaba unas fresas con nata empezó a hablar sola: 
 ¡No lo harás! -¡Sí lo haré! - Estás perdiendo aceite, nena. -Es posible, pero ya estoy harta de esperar al príncipe azul…quizá no me importe que sea un príncipe un poco “verde”.
 Charo sabía que en el fondo hablaba en broma. Jamás se había planteado entregarse a nadie por dinero, pero se propuso contestar a ese Don Juan cara dura. Y si él a su vez le respondía, decidiría lo qué haría en función de la originalidad de la respuesta de éste.
 Ella le escribió: “Hola, soy una joven y exuberante morena interesada en tu anuncio. Como supongo que tendrás una cola enorme de candidatas para deshacer el hechizo, te pido que me pongas al menos en lista de espera. Besos Charo”.                     La respuesta de él no tardó en llegar: “Hola Charo, en efecto tengo una lista de aspirantes que ocupa dos folios, pero he decidido saltarme las normas, y voy a empezar por la última, que eres tú. ¿Tienes algo que hacer éste viernes?. Te invito a cenar. Besos Paco” . Charo reconoció que había sido desarmada por la respuesta fresca e ingeniosa del misterioso desconocido y empezó a hablar sola otra vez. –Bueno listilla, ¿y ahora qué?. ¿Vas a ir a esa cita? Charo revisó su vida en un instante. De pequeña le atraía mucho el teatro. La perspectiva de poder desempeñar el papel de “rompedora de hechizos” le pareció divertida, pero tenía muy claro que lo de hacer el amor con ese tío, ¡ni de coña!. Acudiría a la cita y se mantendría alerta para no caer en la trampa, cuando él le dijera eso de ¿te vienes a mi casa a tomar algo?. Así que le respondió: -“Me parece bien lo de la cena. Tú dirás dónde y a qué hora” -“A las nueve en el restaurante Pontevecchio” , respondió él. -“Allí estaré”, contestó Charo.


ALLEGRETTO
El restaurante Pontevecchio era uno de esos lugares en los que se está muy a gustito. Acogedor, confortable, cálido. El techo era bajo y las paredes, onduladas y sin aristas, estaban decoradas con frescos de motivos campestres. Además el personal era de lo más atento. La guinda la ponía un trío de jazz que tocaba agradables melodías de los años 40. Charo, fiel a su estilo, llevaba el pelo suelto, un vestido blanco de tirantes, sandalias y unos pendientes que le daban un aire de “bruja-misteriosa-rompehechizos”. Se había puesto unas gotas de Eau de Rochas. Él lo notó enseguida. “Era el perfume de Irene”, le dijo. Para cenar él le recomendó ensalada de aguacate con gambas y Rissotto con Funghi. Cenaron, charlaron amigablemente, se rieron, .. El tal Paco no parecía mala persona, se le veía contento, pero tenía la mirada triste. . Le contó que no había vuelto a ese restaurante desde que Irene le dejó, hacía ya doce años. Le confesó que la ensalada de aguacate y gambas era la preferida de su ex. A los postres Charo empezó a evadirse de la conversación, pensando en cómo haría para zafarse de lo que se le venía encima. Le preguntó, bromeando qué era lo que había hecho para que una bruja le hechizase, y él le respondió que había sido hechizado por haber sobrepasado el nivel de estupidez. Charo empezó a ablandarse….Se lo pensó un rato antes de soltar la pregunta, pero la soltó: “Entonces, ¿ahora querrás que vayamos a tu casa a hacer el amor?” “No mi niña, no quisiera estropear una noche tan especial, pero si me dejas, te acompaño a casa caminando”, respondió Paco, invadido por la melancolía.

ANDANTE MAESTOSSO
El paseo fue agradable. Palencia es una ciudad con muchas zonas verdes. Caminaron por la orilla del rio Carrión. Charo sentía que estaba tomando cariño a ese cara dura, que resultó ser un pobre hombre, al que le pesaba haber desperdiciado los últimos treinta años de su vida. Llegaron al portal, en la calle Labradores. Él le dio las gracias por haberle concedido esa noche de lujo. Ella le preguntó: “¿Qué pasa con el hechizo, Paco?”. No hubo palabras, pero sí hubo respuesta, (…hay miradas que lo dicen todo). Ella le dijo: “El caso es que, estaba pensando invitarte a que subieras a tomar algo , ..pero supongo que estarás cansado…

ALLEGRO DRAMATICO
Francisco Montoya había olvidado el sabor  del sexo de una mujer, el aroma de unas axilas en celo, la suavidad de una piel amistosa, la palpitante humedad de unos labios agradecidos, la calidez de unos brazos amorosos, …y la voracidad de una sirena de río.  Mientras vivía el éxtasis, vio pasar toda su vida ante él. Eran demasiadas emociones para un corazón maltrecho. El infarto fue fulminante.
CODA
Sonó el timbre. Cuando Charo abrió la puerta se encontró con un hombre atlético de unos 30 años, algo más de un metro ochenta, pelo castaño, ojos claros labios carnosos y un hoyuelo en el mentón. ¿Buscas a alguien?, preguntó ella. La respuesta de él fue: 
                        “Me llamo Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre,…..”

(Falta el final. Yo ya tengo pensado uno, pero puede haber otros….. ¿Alguien se anima a terminar este relato ?)