lunes, 21 de octubre de 2013

FANTASÍA

Mafalda trabaja en la biblioteca municipal. Me fijé en ella un lunes. Llovía a cántaros. Yo acababa de pedir en préstamo un libro titulado “Juegos eróticos de salón”. Cuando hubo realizado los trámites del préstamo y extendió su mano para darme el libro, me dedico una sonrisa encantadora y me advirtió que se estaba formando un charco en torno a mi paraguas. Me cautivó su manera dulce de reñirme. Desde ese día siempre procuro que sea ella la que me atienda. Es elegante, un pelín coqueta, lo justo,…muy atractiva. Creo que está empezando a darse cuenta de me gusta.

Tatiana tiene una tienda de mascotas. Es rubia, seguramente teñida, lleva el pelo encantadoramente alborotado. Su vestimenta básica consiste en camiseta, un amplísimo repertorio de minifaldas y sandalias romanas. Después de observarla disimuladamente decenas de veces a través de las jaulas de gatitos, perritos y pececitos, un día por fin, me decidí a abordarla. Hice acopio de valor, respiré hondo, entré en la tienda y con un aire de autosuficiencia que me sorprendió, le solté las palabras mágicas: “necesito urgentemente…….un spray antipulgas”. Ella me miró de arriba abajo y me dijo: “los que tengo son para perros”. En ese momento me sonó el móvil. Salí de la tienda rojo como un tomate maduro.


Me gustaría irme a la ducha Mafalda y Tatiana,
enjabonarnos a discreción,
sin prisas,
mientras nos regalamos miradas cómplices,
sonrisas pícaras,
palabras amables…
Hacernos cosquillas,
turnarnos para estar en el medio...
Dejar que el agua se lleve la desconfianza, los recelos, los prejuicios.
Que sólo importe el momento, que no haya otras expectativas….

Y si no es mucho pedir….
..que me dejen robarles algún beso.




1 comentario:

  1. ¿Y esa música? Me he trasladado en el tiempo, back to the 80s y luego al 1600.

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