Todos los que estuvimos en el encuentro
del pasado 28 de marzo, habíamos coincidido ya, salvo una pareja
que venía por primera vez. Esta pareja venía con una actitud muy
sana, abiertos a cualquier cosa que pudiera ocurrir, pero con una
idea bastante clara de lo que se iban a encontrar. Se integraron
desde el primer minuto y fueron acogidos con los brazos abiertos.
Hay cosas que valoramos especialmente
de este encuentro. Por ejemplo, en él coincidieron de nuevo algunas
personas que se vieron implicadas en un episodio de celos en el
anterior encuentro del 1 de marzo. No solo no hubo malas caras ni
actitudes controladoras por parte de nadie, sino que toda la energía
negativa se había transformado en tolerancia. Esto no había
ocurrido por arte de magia. Todas las personas que estuvieron
implicadas en el episodio de celos habían hecho su trabajo.
Habíamos comentado el tema en el grupo y las parejas habían hablado
entre ellas. El exorcismo había funcionado y los fantasmas habían
sido mandados de vuelta al intangible mundo de los miedos, que tanto
poder ejerce sobre nosotros.
También valoramos mucho la manera
consensuada en que estamos ampliando los límites de lo que es
supuestamente “legal” en nuestras sesiones, teniendo en cuenta
que hemos acordado que nuestros encuentros no son una excusa para
la satisfacción y la gula sexual. No son el lugar ni el momento
adecuado para ello, sobretodo porque queremos huir de lo superficial:
el sexo como un puro ejercicio atlético.
Poco a poco el miedo va dejando paso a
la relajación, los prejuicios van despareciendo, los tabúes van
perdiendo fuerza y la generosidad se va abriendo camino. Casi nadie
confunde las cosas, pero debemos seguir atentos a lo que ocurre.
Desde aquí os seguimos invitando a
conoceros. El grupo es abierto, no sabemos quienes vendrán a nuestra
próxima sesión el viernes 18 de abril, puede ser cualquier persona.
Quizá ya te has dado varias vueltas por este blog, quizá la idea te
ronda por la cabeza, pero hay una palabra que te paraliza: “MIEDO”.
Si supieras lo cobarde que se vuelve el
miedo cuando le miras a la cara, te darías cuenta de tu inmenso
poder para cambiar lo que no te gusta de tu vida. No te tomes esta
frase como uno de esos dogmas sacados de un libro de sabiduría
ancestral, sino como la humilde opinión de alguien que tiene mucho
en común contigo.
-“Tengo que reconocer que la primera vez que vine a un encuentro con vosotros, me sentí muy acogido, me sentí como en familia.
-Pero,….¿es que en tu familia soléis hacer estas cosas?”
Hola a todos, no quisiera dejar pasar la oportunidad (un poco tarde) de daros las gracias por la buena acogida que nos dispensasteis en el taller, romper el hielo a veces cuesta, fue para ambos una experiencia insólita, aunque ya ibamos mentalizados nos ha sorprendido esa entrega por parte de todos, ese respeto tácito de los límites expresado con un lenguaje no verbal exquisito, aunque quiza echamos de menos al final de la sesion profundizar y poner en común los sentimientos que se vivieron durante esas horas....
ResponderEliminar