Sesión de fotografía erótica del 31 de enero
Este juego es una manera de “calibrar”
el estado de la relación con nuestra pareja en lo tocante a
caricias.
El juego consiste en acariciar a
discreción a quien será nuestra pareja en el juego (que puede ser
o no, nuestra pareja en la vida real) durante un tiempo aproximado de
cinco minutos. Transcurrido este tiempo, la persona acariciada deberá
decir en voz alta si cree haber sido acariciada por su pareja “real”
o por otra persona.
Ellas se sitúan desnudas en una
hilera y tienen los ojos vendados. Ellos están desnudos, pero pueden
ver. Utilizaremos el azar para elegir a dos chicos. Pueden ser las
cartas de la baraja o un dado. Supongamos que somos 6+6 personas.
Cada chico tira un dado. Aquellos que saquen el 1 y el 2
acariciarán a sus parejas “reales” y el resto acariciará a otra
mujer que no sea su pareja. Transcurrido el tiempo del juego, que
puede ser la duración de una canción, ellas, sin quitarse la venda
y comenzando por un extremo de la fila, dirán en voz alta si creen
que han sido acariciadas por su pareja o por otra persona. Cuando
todas hayan hablado, se quitarán la venda de los ojos para comprobar
el resultado. Luego se invierten los papeles y se juega otra vez.
Es evidente que si hemos perdido la
costumbre de acariciarnos mutuamente con nuestra pareja, lo más
probable es que no la reconozcamos cuando nos acaricie.
Independientemente de que reconozcamos o no a nuestra pareja, el juego resulta muy sensual.
Independientemente de que reconozcamos o no a nuestra pareja, el juego resulta muy sensual.
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