miércoles, 2 de abril de 2014

NUESTRO ÚLTIMO ENCUENTRO




Nuestro último encuentro: muchos juegos, sauna, spa, hidratar bien todo el cuerpo, masaje…

                Disfruté jugando como una niña: comunicándonos sin palabras, con el dedo haciendo de tiza y la espalda por pizarra; aromas a vainilla, canela… siguiendo el rastro de las especias, olfateando otros cuerpos; buscando los tres granitos de arroz –suavecito que no caigan- …
                Y al final, tod@s sentad@s, a compartir nuestras vivencias. Es una parte más del encuentro y más valiosa de lo que pueda parecer. Una manera de “cerrar” la sesión, para expresarme con sinceridad y desde mi propia experiencia.

                Aquí también puede asomar el miedo al qué dirán, a… El caso es que me sentí un tanto vacía al ver que, en vez de expresar nuestra vivencia en primera persona, la conversación derivó hacia teorías, ideas, lo que pensamos respecto a educación, sociedad, etc. También estaba con sueño y cansada, y dejé pasar la oportunidad de invitaros a centrarnos en nuestr@s sensaciones, incomodidades, sorpresas…

                Al atrevernos a contar cómo "me he sentido" sincera y llanamente salimos td@s ganando.

                                                                                                                                                                                   María Jesús

3 comentarios:

  1. Ya sabes para qué sirven las teorías :-)

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  2. Para... ¿pasárnoslas por el forro, Ileana?

    Desde luego estoy con MJosé ( que es la que ha escrito este post) en que es mucho más interesante la reflexión si la hacemos mirando hacia adentro y no hacia afuera.

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  3. Si lo quieres decir así... En realidad sirven, como cuando hablamos del tiempo, para evitar hablar de lo importante!
    Lo sé porque he sido muy teórica. :-)

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