Una amiga me sugiere que quizá los celos no tengan tanto que ver con la sensación de que alguien se quiere adueñar de “nuestra propiedad”, sino con el desencanto que se produce al descubrir que quizá ya nos no somos tan especiales para nuestra pareja.
¿Sentirse especial?
Estoy de acuerdo, ilusiona sentir que
eres alguien especial para tu pareja.
Querer ser “único” quizá ya implica otro tipo de
connotaciones, una especie de “tirana exclusividad”. Yo quiero
actualmente a mi pareja de una manera mucho más consciente, serena y
sosegada que hace algunos años, ella es para mí realmente especial…
pero creo que reconocer que no somos únicos nos puede aportar
una gran liberación.
Desmitificar algunos tópicos que se nos han
grabado a fuego puede que no sea tan negativo. Admitir que
relacionarse con las personas nos enriquece es fácil para
cualquiera. Admitir que llevar esa relación al terreno de lo sensual
también nos puede beneficiar, requiere un esfuerzo especial.
Atreverse a experimentarlo es un síntoma de apertura y curiosidad.
Hay teorías que afirman que la
“fidelidad absoluta” no es algo innato en la pareja. Incluso se
afirma que somos infieles por naturaleza. La realidad nos muestra una
sociedad en la cual las posibilidades de ser infiel son muchas, y en
la que la manera de incentivarlas y de publicitarlas está
plenamente asumida (páginas de contactos, clubs, internet,..) Todos
somos infieles, de obra o de pensamiento, todos tenemos fantasías, y
aunque no todo el mundo necesita “ejercer” esa infidelidad, nos
atrevemos a asegurar que un poco de “alegría” erótica puede
hacer mucho bien a parejas “desmotivadas”.
El tipo de relaciones que estamos
descubriendo, en las que predomina lo grupal sobre lo individual, en
las que se crea un clima de “democracia afectiva y sensual”, es
algo que nos proporciona una nueva perspectiva que exige ser
generoso en lugar de querer aferrarse a la pareja. Es cierto que no
resulta igual de fácil a tod@s. La prueba son los ataques de celos
que aparecen en algunas personas. Pero luego hablamos de ello e
intentamos averiguar cuál es la causa que los motiva, y eso siempre
es bueno. Racionalmente todas las personas celosas admiten que es un
problema de ellas mismas, algo que desean superar. Eso al menos es
avanzar algo, creo yo.
Hay varias causas que motivan los
celos. Dicen los estudiosos del tema que la mayoría de las veces
tienen que ver con inseguridades, temores y miedos, unas veces
fundados y otras infundados. Si la relación de la pareja es sólida,
creo que los celos se pueden gestionar y ser sustituidos por
confianza y generosidad. No digo que sea fácil, habrá que
currárselo, y en ello estamos.