miércoles, 1 de octubre de 2014

ENCUENTRO XX




Conforme a lo que  anunciábamos en el anterior post  “Revisando nuestros propios códigos”, el pasado viernes 26 de septiembre hemos estrenado nuestro tercer año con una actitud mucho más abierta  y hemos eliminado los límites que durante dos años habíamos propuesto. Creemos que nuestra etapa anterior sirvió para ir encontrando nuestra identidad, evitando los peligros de volar demasiado alto sin estar  preparados para ello. Después de nuestros 19 encuentros  anteriores tenemos una visión mucho más sosegada y madura de la sexualidad, hemos perdido algunos miedos, hemos elegido no  demonizar ciertas opciones y hemos comprendido que en el mundo de lo erótico no hay nada “ilegal” cuando lo vivimos con plena conciencia, respeto,  responsabilidad y total honestidad. ¿Por qué nos resulta tan dramático vivir nuestra sexualidad, siendo una necesidad tan humana como el alimentar el cuerpo y el espíritu?

Nuestra puesta en común al final del encuentro del viernes 26 fue la más fructífera hasta la fecha. Lo emocional  va cobrando  protagonismo, los sentimientos afloraron,  y la complicidad era evidente. No queremos  reducir lo erótico  sólo a un ejercicio gimnástico, desprovisto de la riqueza que nos aporta lo emocional. Queremos crecer como personas  a través  de las vivencias eróticas. Sabemos que ésta es  una propuesta que se siente como algo “fuera de lo común”. ¡Cómo nos gustaría que la población pudiera  experimentar  el placer de acariciar y ser acariciados sin límites, sin tener un “policía” y un “juez” vigilando sus  conciencias!

Un saludo y hasta la próxima
Eduardo


                La ternura y la confianza fueron dos referentes en el último encuentro: hubo momentos en que me sentí  especialmente mimada y valorada.
                También me sentí celosa en un par de ocasiones,  pero lo sentí con menor intensidad que en momentos pasados;  lo cual es un avance y me anima a seguir compartiendo mi vida con mi pareja.
                Durante un rato me permití jugar conmigo misma ante el espejo: ensayando distintas poses a la vez que mi silueta se insinuaba tras una tela, para el goce visual de mis compañeras/os. Fue divertido, creativo y sensual.
                Cerramos la sesión compartiendo lo experimentado a lo largo de la tarde y nos despedimos, hasta la próxima, con cariño.
                                                                                              María Jesús


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