lunes, 22 de septiembre de 2014

INERCIA




Inercia es la tendencia de un cuerpo a permanecer en el estado de reposo o movimiento en el que se encuentra. Para vencer la inercia hay que ejercer una fuerza externa. Un columpio está parado por inercia. Si lo empujamos se balanceará indefinidamente por inercia hasta que alguna fuerza externa - el rozamiento, la gravedad- le hagan detenerse, y así permanecerá de nuevo indefinidamente, por inercia.

La física no resulta muy erótica a simple vista, pero, … todo está relacionado.

Por amor, por instinto, por locura,…nos emparejamos, nos vamos a vivir juntos y traemos niños al mundo. Por inercia dejamos de compartir puestas de sol, confidencias, caricias. Por inercia vamos cogiendo kilos, malos hábitos,.. por inercia llegan las peleas, el mal rollo, el primer engaño,….la separación. Es igual que cuando nos da el sueño al volante, va llegando poco a poco, nos va atrapando. Si reaccionamos a tiempo estamos salvados, si no reaccionamos estamos perdidos.

La inercia ataca especialmente a la salud erótica. Quizá no nos atrevemos a pedirle a nuestra pareja que nos haga “eso” que tanto deseamos, eso con lo que tanto fantaseamos, esas caricias que nos dan la vida, o aquello que nos produce un placer especial y que es lícito, porque nuestro cuerpo es un instrumento diseñado para el placer. Tememos que si se lo pedimos ponga cara de: “¿pero lo dices en serio?”.


Entonces queda resignarse, refugiarse en un mundo de fantasías incumplidas que uno mismo  crea, recurrir al sexo de los/as profesionales, consumir porno y practicar el “amor propio”,..o buscarse un/una amante, cosa que no es fácil y que no suele ser la solución,…. y así hasta acabar durmiendo en camas (o en casas) separadas.
  
                                               Autor: Armando Manzanero

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