Desde pequeños nos enseñan a respetar la distancia física con otras personas y a ignorar nuestro propio cuerpo. Aun antes de hablar y saber atarnos los zapatos, ya hemos interiorizado la prohibición de explorar cualquier orificio de nuestra propia anatomía, y por supuesto, de los demás. ¡Después se nos van fortunas en terapias para descubrir el poder sanador del tacto!.
lunes, 5 de agosto de 2013
¿Y SI TOCARSE NO FUESE TAN "TERRIBLE"?
Desde pequeños nos enseñan a respetar la distancia física con otras personas y a ignorar nuestro propio cuerpo. Aun antes de hablar y saber atarnos los zapatos, ya hemos interiorizado la prohibición de explorar cualquier orificio de nuestra propia anatomía, y por supuesto, de los demás. ¡Después se nos van fortunas en terapias para descubrir el poder sanador del tacto!.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario