viernes, 29 de mayo de 2015

SENTIMIENTO DE CULPA



Ella: Tendría que haberme contenido.
él: Yo también tengo mi parte de culpa,..… el vino me nubló la vista.
ella: Me desarmaste con tu sonrisa. 
él: Me derretí cuando me guiñaste el ojo.
ella: Tu voz me tenía como hechizada, lo reconozco, ….pero yo te di el primer beso .
él: No fue un beso, …fue un mordisco .
ella: Es verdad, y entonces cogiste mi mano y ….perdí el control.
él: Olías tan bien, que me volví loco…
………………………………………………………………………………………………………………………………………………

…Y así continuaron intentando averiguar quién había sido el culpable de que se desatase aquella pasión……..
                    No se daban cuenta,
                                … nadie tenia culpa de nada
                                                 El culpable....
                                                       ….si lo había, . ..
                                                                     
 ..fue el BOLERO


lunes, 18 de mayo de 2015

NUESTRO ENCUENTRO DEL 10 DE MAYO 2015



No dejamos de aprender cosas nuevas con cada encuentro. Siempre hay algún hecho que sorprende. En el caso de nuestro encuentro del pasado 10 de mayo, hubo algunas cosas que me gustaría compartir con quienes entráis por aquí, con la esperanza de que os animéis a dar vuestra opinión, a hacer preguntas que disipen vuestras dudas, o a participar en nuestros encuentros.

Por increíble que parezca, en esta ocasión nos costó dos días encontrar  dos chicos que quisieran participar en nuestro encuentro, en el que ellas estaban en mayoría. Recurrí a todos los contactos. Envié mails, whatsapp, sms, hice llamadas, lo puse en FB,… O no había respuestas, o estaban todos ocupadísimos. Tengo fundadas razones para pensar que hay mucho miedo mezclado con el deseo y la curiosidad. Algunos de quienes dijeron que “no podían venir”, o que simplemente no contestaron, habían escrito solo unos días antes diciendo que querían asistir. Cuando les dije que podían venir, de repente “ya no podían”. No es la primera vez que ocurre esto. De hecho, uno de los chicos simplemente ni se presentó. Después de varias comunicaciones por whatsapp durante varios días, en las que él me preguntaba esto y aquello, quería saber detalles de “qué y cómo”, después de asegurarme que lo había entendido todo muy bien, y que estaba muy tranquilo y decidido, simplemente no se presentó.

Estamos llegando a una conclusión: en el fondo ellos tienen más miedo. Miedo a tener una erección, miedo a no tenerla, miedo a excitarse, miedo a no excitarse, miedo a que “comparen tamaños” , miedo a que alguien esté esperando que “queden como campeones”. Si es así chicos, creo que no habéis entendido nada.

¿Os asusta la ternura, la sutileza, la emotividad, los sentimientos, la afectividad? ¿Os da miedo hablar sin palabras, decir cosas con la mirada, desnudaros también por dentro? ¿Os asusta saber que la piel puede comunicar todo eso, y mucho más?

Yo creo que todos estuvimos de acuerdo en que fue una de nuestras mejores citas. De nuevo, personas que nunca se habían visto anteriormente, se encontraron para vivir su erótica según el deseo de cada uno/a. Durante más de tres horas fuimos buscando puntos de encuentro y desprendiéndonos de nuestros disfraces, armaduras, etc…hasta llegar a la más completa desnudez de cuerpos y espíritus. Alcanzamos un punto en el que sólo importaban las sensaciones que se transmitían a través de los sentidos. Aspectos como la edad y la apariencia dejan de ser importantes cuando los códigos de comunicación son otros.


lunes, 20 de abril de 2015

A EROS EXPERIMENTAL

 Agradecemos este texto de  Félix Rodrigo Mora, quien participó en nuestro  encuentro de erotismo en Palencia del pasado 29 de marzo.

                                                 MIRÓN (Paco Carrillo)
Promover el entusiasmo por lo corporal y por el Eros es una de las tareas de nuestro tiempo, un quehacer necesario y emancipador. Vivimos en una sociedad que, en apariencia, eslibrey por tantotolerantecon el cuerpo y al erotismo pero que, en realidad, reprime y sobre todo impide (impedir es la forma superior de reprimir) lo uno y lo otro de variadas y muy eficaces maneras1.

Por eso hay que alabar e incluso ejemplarizar todo esfuerzo en pro de una reconciliación del ser humano con su corporeidad y de una superación de las barreras y prohibiciones que hacen del verdadero erotismo una vivencia en la sombra, una práctica acosada y hostigada, particularmente el heterosexual. Esas son las metas de Eros Experimental.

Se dice que estamos en una edad deculto al cuerpo. Pero, ¿a qué cuerpo?, ¿quizá a la corporeidad desexuada, antifemenina, infantilizada y aberrante de las modelos?, ¿o a esa idea de lo esbelto hecha de delgadez aséptica e higiénica, ayuna de toda referencia al magnetismo de la belleza y el deseo?, ¿o al cuerpo productivo y mercantilizado de las estrellas del deporte?, ¿o a la esquizofrenia de la mujer asalariada, siempre con unos quilos de más y siempre añorando una adelgazamiento que es meramente una moda, en la que no hay espacio para la fantasía erótica, para soñar con encuentros arrebatadores?, ¿o al de quienes no les queda nada más que la comida, pues todo lo demás se lo ha desposeído el sistema de dominación, de manera que devoran y devoran, auto-aniquilándose como corporeidad con belleza y magnificencia?

La gran mayoría vive su condición corporal con vergüenza, prevención, confusión, dolor. Temen su cuerpo y lo ocultan. O bien lo enseñan sin gracia ni galanura, sin encanto ni picardía, como algo resultante de buscar la comodidad en los veranos más que de la utilización de los diversos registros del lenguaje no verbal para enviar a los Otros mensajes afectuosos y unitivos, incluso afectivos e incitantes. La mediocridad y zafiedad dominantes afecta también al Eros.

Es una gran desgracia la pérdida casi total del lenguaje corporal referido a lo erótico, la ignorancia de que esto es sobre todo un estado de la mente y no un mostrarcarnea la manera habitual en los seres nada, sin elegancia ni trascendencia ni inteligencia ni fogosidad. Hubo un tiempo en que una siempre mirada podía incendiar de deseo, hoy apenas nada mueve pasionalmente al sujeto apático, desmotivado y desestructurado que fabrica en serie el actual sistema. Éste ya no saber mirar, quizá porque le han extirpado el alma.
Se habla incluso del declinar del deseo. Sí, y tiene sus causas. Está la represión directa y la demonización, las caricaturas de tolerancia y permisividad, el rebajamiento de lo erótico a una gimnasia higiénica, la soledad como estado estructural en una sociedad donde lo colectivo-colectivista ha sido excluido, las jornadas interminables de trabajo, la alimentación tóxica habitual, el colapso de la amistad y el declinar del amor, la conversión de las relaciones entre los sexos en algo problemático a causa de los sexismos, la mala forma física, la mercantilización creciente del sexo, la primacía del consumo sobre el Eros, la conversión de la tristeza y la depresión en modos habituales de estar y algunas cuestiones más.

La persecución del erotismo heterosexual se hace desde las instituciones del Estado, a través de normas legales de tipo neo-franquista, como la Ley de Violencia de Género (2005), que en su preámbulo presenta a aquél como una agresión del hombre hacia la mujer. Para dicha ley toda relación erótica es una violaciónA partir de ahí la represión del erotismo adopta nuevas formas, renaciendo de sus cenizas con todo el aparato de siempre, policías persiguiendo y la jauría de las y los enrolados en la nueva policía del pensamiento (que se hace policía de lo erótico) agrediendo impunemente a quienes desean, humildemente, realizarse en el terreno de lo amatorio y amoroso, de lo corporal y lo emocional, de lo que une a los hombres y las mujeres quizá más que casi ninguna otra cuestión.

No, no es una buena época para el erotismo, por eso Eros Experimental tiene un gran mérito, porque va a contracorriente y se hace una expresión revolucionario de la voluntad de abrir nuevos caminos al respeto amoroso por el propio cuerpo y al amoroso deseo de cuerpos ajenos, que son al mismo tiempo mentes y espíritus.

El erotismo es atracción, fusión, unificación, ruptura de las barreras que habitualmente separan a los seres humanos. Es amor. Por eso los iluministas castellanos del siglo XVI, aquellos cristianos magníficos perseguidos por la Inquisición, sostenían que nunca están los seres humanos más cerca de Dios que cuando están en el acto amatorio, porque Dios es amor y el Eros es expresión de lo amoroso, por tanto de lo divino. A ellos les reprimieron de un modo y a nosotros nos reprimen de otro, con la Ley antes citada que, supuestamente está hecha paraprotegera las mujeres: sí, así de misógina es dicho engendro legal. Se ha dicho que tal ley es contra el deseo, el erotismo y el amor, y así es exactamente. Su víctima principal, no nos dejemos engañar, es la mujer.

La pasión por lo físico y la material es un estado de ánimo que me domina. Venero la grandiosidad de los árboles, la magia de las montañas, la sublimidad de las grandes llanuras, la excelencia de la naturaleza toda cuando se muestra sin recato. Del mismo modo soy un gran admirador de lo corporal humano, porque la excelsitud y la belleza de los cuerpos es una expresión de lo real magnífico, de lo que nos impulsa a vivir y nos enseña a estimar la existencia.

En mi libro Tiempo, historia y sublimidad en el románico rural investigo las manifestaciones de corporeidad explícita y furia amatoria que existen en los edificios de arte románico levantados entre los siglos XI y XIV, asunto que ha sido al mismo tiempo descaradamente ocultado y desvergonzadamente tergiversado. Es el románico amoroso, o románico erótico, bastante común en la mitad norte de la península Ibérica. Son cuerpos desnudos, vaginas, penes, coitos, etc. en piedra, que muestran orgullosamente lo que somos, sin temor ni vergüenza. Ese es su mensaje: así somos, así estamos hechos, y resultamos ser magníficos en nuestra corporeidad, y por eso lo exponemos artísticamente aquí, para que las gentes del futuro comprendan nuestro mensaje liberador y disfruten de la desnudez como práctica emancipadora.
Quienes creemos que la desintegración de la sociedad y la trituración de la persona sólo pueden remediarse a través de un cambio radical e integral, una revolución total, sabemos que una parte de ésta es la redefinición de la corporal, de lo erótico y de lo amatorio. En eso estamos. Y ahí Eros Experimental, cuyo principal designio es promover experiencias prácticas y vivibles de amistad, reconocimiento y encuentro, de desnudez, sensorialidad y atrevimiento, ha hecho ya bastante y estoy seguro que hará mucho más.

Abril 2015
Félix Rodrigo Mora



1 Una prueba del terrible acoso y represión que hoy padece el erotismo es la aserción, exacta, de S.T. Dawidowitz sobre que hoy en los asuntos sexuales la gente miente a sus amigos, a sus amantes, a sus médicos, en las encuestas y a misma. En efecto, pero ¿por qué miente? La respuesta es fácil de establecer: porque no se puede decir la verdad, porque la presión del poder constituido es tal brutal y despiadada que la verdad ha de ser ocultada, no sólo a los demás sino a uno mismo. Una expresión concreta de ello es el linchamiento que los ambientes neo-pacatos están sometiendo a la trilogía Las 50 sombras de Grey, de la que es autora E.J. James, en nombre de la liberación de la mujer, uno de los argumentos-farsa usados por la nueva mojigatería para imponer a los demás sus cavernícolas ideas, impedir el libre erotismo y, sobre todo, reprimir determinadas expresiones de la sexualidad femenina. No defiendo particularmente esa obra sólo su derecho a existir pues en lo erótico no hay una única práctica aceptable sino varias, y todas ellas han de poder manifestarse. Sostener que únicamente hay un tipo de sexo “bueno” ha sido a lo largo de los siglos el argumento favorito de los represores. En el Eros o hay libertad para la pluralidad o no hay libertad en absoluto, de manera que cada cual ha de buscar su forma concreta de desearlo, fantasearlo y vivirlo.

martes, 31 de marzo de 2015

ENCUENTRO INESPERADO

NUESTRO ENCUENTRO DEL 29 DE MARZO

                                                             Pastoral de Rupert Bunny

Tenía que ocurrir, ¡y finalmente ocurrió!

Una persona, una mujer, que venía al encuentro de sensualidad, sola, de incógnito total, horrorizada ante la posibilidad de coincidir con alguna persona conocida, se dio de bruces con una persona muy conocida, un familiar muy cercano.

¿Y ahora qué hago?, me interrogaba nerviosa antes de entrar a la sala de actividades.

Lo mejor es que entres, le dije, nos sentamos y lo hablamos entre todos. Así lo hicimos, y conseguimos que se tranquilizase. Nadie viene a nuestros encuentros con ganas de fastidiar, y así se lo manifestó la persona que la conocía. A los pocos minutos se había olvidado de sus temores y participaba con total normalidad en los juegos que nos sirven para explorar, memorizar, reconocer y disfrutar de nuestras anatomías, tan diferentes, tan placenteras, tan irrepetibles. Es evidente que para esa persona,el encuentro inesperado del domingo pasado supone un antes y un después. De una manera natural, sin esperarlo, ella ha comprobado que el mundo no se viene abajo por el hecho de que haya manifestado y reconocido su curiosidad erótica, delante de una persona conocida, que sentía la misma curiosidad que ella.

Estas situaciones siempre me hacen reflexionar sobre una cuestión…

Nuestro cuerpo, el único cuerpo que tenemos, ¿es nuestro realmente? ¿Por qué tenemos miedo de que los demás averigüen nuestras preferencias en materia de comportamientos eróticos? ¿Por qué hemos permitido que nos arrebaten nuestro cuerpo los políticos, los médicos, la iglesia, los educadores, nuestros vecinos, nuestros familiares, nuestras parejas?

La respuesta prefiero dejársela a sociólogos, psicólogos, intelectuales y estudiosos de los comportamientos humanos. Pero la pregunta es para tod@s.

Por lo demás, nuestro encuentro fue un placer, como siempre. Cuando al final de la sesión nos situamos frente al enorme espejo de la sala, todos abrazados, con nuestros cuerpos brillando por los aceites aromáticos que nos habíamos repartido generosamente, pudimos contemplar la belleza de la desnudez más total y absoluta, la que nos unió y nos hizo a tod@s iguales y generos@s. Nos regalamos nuestros cuerpos, compartimos el placer de la piel, acariciamos con mayor o menor sabiduría o torpeza, fue de nuevo un aprendizaje. Fue otra batalla ganada por la reconquista de nuestro cuerpo.

¡Gracias a tod@s!




miércoles, 4 de marzo de 2015

NUESTRO PRIMER ENCUENTRO DE 2015






Hemos tardado  en “arrancar” de nuevo. No viene mal  parar un poco y ver las cosas con perspectiva. Incluso conocer otras opciones. Anima saber que hay otras personas que se atreven a llevar a cabo iniciativas para “despenalizar” el cuerpo. Por ejemplo, en enero y febrero he vuelto a participar en los talleres “itinerantes” de ternura de Aingeru Mayor, y he tenido conocimiento de los talleres de sexualidad de Rebeca Juárez (Madrid) Desde este blog estaríamos encantados de colaborar en la difusión de otras iniciativas similares, para lo cual os pedimos que nos enviéis  algún enlace si sabéis de alguna. Todo sea por contribuir a la revolución  social más sólida que puede haber, que es la que empieza por romper las propias  cadenas.

En nuestro encuentro del domingo 1 de marzo retomamos nuestra actividad, y lo hicimos con ganas. Como siempre, al comenzar nuestra sesión, volvimos a recordar  que con nuestros encuentros queremos averiguar cuál es nuestra relación  con nuestro cuerpo erótico, y saber si es mejorable. Tratamos de enfocarlo como un tema científico y nos ponemos nuestro traje de “científicos de lo erótico”, confeccionado con piel humana cien por cien, y dejamos colgados fuera del laboratorio, en la percha, otros trajes confeccionados a base de prejuicios, condicionamientos, culpabilidades, juicios, miedos, sospechas,…Es cierto que a veces alguien no se ha desprendido del todo de este tipo de prendas, y entonces, en la sala de experimentos, se produce una reacción química imprevista. Generalmente se soluciona con un poco de cabeza fría, aunque otras veces es necesario tiempo y trabajo personal.

Tratamos de no avergonzarnos por tener una erección, …o por no tenerla, por excitarnos mucho,…o por no excitarnos nada, por desear,… o por no desear. La palabra es “libertad”. Libertad para ejercer nuestro derecho al propio placer, administrándolo siempre según nuestro deseo. También intentamos despenalizar los gestos eróticos que “suenan sospechosos”. Con la misma ternura, emoción,   y entrega  con la que aceptamos un encendido beso en  la mano, en la frente o en los labios, intentamos  ser capaces de aceptar un beso en los genitales. Que quede bien claro que digo intentamos.  Ese es parte del  trabajo en nuestro laboratorio.

Nos animaría mucho recibir opiniones respecto  a éste tema. Los comentarios siempre son bien recibidos (desde el respeto, por supuesto).

Besos