Salgamos
de las cuevas, sustituyamos el calor de las estufas por el calor de
esa estrella que nos alimenta, adoremos a Akenaton, divinidad egipcia
que representa al sol. Mantengamos el calor
humano, la tibieza y el contacto de nuestros cuerpos.
Juguemos
a esto y aquello, cambiémonos la piel, perdamos la ropa y el
pudor, seamos los amos del bosque de sabias encinas, reivindiquemos
el derecho al placer con un aquelarre sensual, en un lugar secreto
al que nadie irá a molestarnos.
Fundemos
la hermandad de las miradas pícaras, de los suspiros entrecortados,
de las caricias cinco estrellas, de los abrazos eternos, de la “poca
vergüenza”.
Emocionémonos
con las palabras, entusiasmémonos con los silencios,
emborrachémonos de aceites aromáticos, bebámonos a
sorbitos la noche estrellada, soñemos que estamos
despiertos, que todo es real, porque lo hemos hecho real.
Desde
el Laboratorio Experimental de Erotismo os convocamos a la Primera acampada sensual que tendrá lugar el sábado 28 de Junio de 2014. El
lugar exacto sólo será revelado a las personas que deseen
participar. Se trata de un bosque de encinas situado a escasos Km.
de Palencia. Un lugar muy poco frecuentado con un
encanto especial, una fuente de agua potable y unas
interesantes rutas para perderse, amén de otros atractivos .
Quedaremos
en el punto de encuentro (se comunicará a última hora) a las 17.30h
. Dejaremos los vehículos aparcados y caminaremos aproximadamente
una hora hasta el lugar en el que montaremos las tiendas.
Nos refrescaremos y nos
quitaremos el sudor en una fuente que este año de lluvias
traerá un generoso caño. Luego cenaremos algo y después ...........nos
emborracharemos de sensualidad.
En cuanto
el tímido sol de esta vacilante primavera se insinúa, ella desnuda
sus cincuenta años y me regala la hermosa visión de una Eva a
quien la ropa le estorba sin remedio. Hace sus ejercicios de
estiramiento, lee, se recoge el pelo, anda de aquí para allá, en
este paraíso, todavía verde, en el que vivimos, en plena
Castilla. Observo maravillado como camina, si se recuesta, si se
tumba boca arriba, boca abajo o de lado; pierdo el control si abre y cierra
los muslos. Ella no se da cuenta del poder que tienen sus insinuantes
movimientos.
Las noches se me hacen cortas, abrazado
a sus formas tan desnudas, tan femeninas, tan evidentes. Me emociono
garabateando con mis dedos en su espalda, como un parvulito.
Levanto la sábana y admiro esa gran invención de la naturaleza, esa
fusión perfecta de cintura, caderas y nalgas… Acaricio todos esos
lugares una y otra vez, incrédulo, agradecido. Toda esa piel suave y
tibia me llama, reclama mi atención. No puedo evitar rozar con mis
labios sus hombros, mordisquear su cuello, mientras ella finge que
duerme.
Me encanta su olor, estoy enganchado a
su olor, enloquezco si me sumerjo entre las sábanas, creo que
podría alimentarme solo de verla, olerla y sentirla pegada a mí.
Sin ninguna duda, la noche es lo mejor del día. Me cuesta tanto
despegarme de ella por las mañanas y abandonar ese paraíso tan
húmedo y caliente…
Estoy enamorado como un adolescente. Se
lo digo,… me mira ...y se ríe.
Si surge el encuentro, si al final nos amamos,
después del allegro final con pompa y circunstancia,cuando ella se levanta y sale, yo continúo
pendiente de sus caderas, no me canso de mirarla, la sigo con la
vista, la acaricio y la beso a distancia…
“Shock erótico primaveral”, creo
que ha dicho el médico. "Es previsible que se agrave con la llegada
del verano". Ya os contaré…
El sábado 24 de mayo estuvimos en
Luneda (Pontevedra) en casa de Samantha y José Antonio, en un lugar
perdido en el monte, perfecto para desconectar. Naturaleza, comida
sana y buena compañía. Totalmente recomendable: www.mundonatura.org
Esta vez comenzamos haciendo un relato
individual de nuestra relación con lo erótico hasta donde llegaban
nuestros recuerdos. Descubrimos que para la gran mayoría, nuestras
experiencias eróticas estaban relacionadas con la sensación de lo
prohibido y habían sido algo clandestino. En la memoria de algunas
personas había habido episodios de acoso y abusos sexuales. También
resultó evidente que tanto algunos como algunas habíamos
descubierto el orgasmo femenino más bien tarde. Hubo algún
afortunado que relató una infancia erótica feliz y placentera, con
episodios de masturbaciones colectivas, y descubrimientos
eróticamente interesantes entre niños y niñas, y desde luego no
había sido como una actividad incluida dentro de los planes de
estudio de la escuela a la que asistían. En periodos de juventud y
cierta madurez había descubrimientos como el propio orgasmo, en algunas mujeres, y también alguna incursión en la
homosexualidad, fruto de la curiosidad, la fantasía o el
aburrimiento.
Luego intentamos encontrar otros
lenguajes comunes con los que poder comunicarnos, como el lenguaje de
las manos, el del olfato, el de las miradas, las caricias, el de las
palabras escritas y el de nuestros cuerpos jugando a esto y aquello.
Hemos aprendido que debemos replantear
un poco el ritmo. Hay quien ha demandado una transición más suave a
la desnudez. Agradecemos y tomamos nota.
Resulta evidente que no todo el mundo
reacciona igual ante una situación concreta. Nuestra relación con
lo sensual y lo erótico es diferente en cada uno de nosotros y
depende de nuestras vivencias anteriores. Lo que para una persona
puede resultar enormemente placentero, para otra puede resultar
difícil de digerir. Diez manos actuando sobre un cuerpo pueden
resultar una inmensa oleada de placer, pero también un montón de
información difícil de gestionar. Esto nos lo dejó claro una
persona.
Nosotros nos quedamos con el largo
abrazo final: sólo pieles desnudas y manos amigas.
Se llama así al miedo a desnudarse frente a otra persona.
Somos conscientes de que las
fotos que aparecen en nuestra web son muy explícitas. Algunas de ellas
corresponden a actividades que realizamos en nuestro laboratorio experimental
de erotismo. Sabemos que a ciertas personas les producen un impacto negativo.
Les asusta ver “tanta carne” y hacen
inmediatamente una asociación de ideas: “grupo de adultos desnudos tocándose es
igual a orgía sexual, ….lagarto, lagarto”.
(Bueno, quizá no te lo vayas a
creer, pero en nuestros encuentros nunca ha habido penetraciones. Tampoco son
nuestro objetivo el orgasmo ni la masturbación. Sin embargo, es cierto que ha habido orgasmos en algunas ocasiones, orgasmos que no necesariamente han
tenido que ver con la manipulación de los genitales. No es que nos avergoncemos
de la penetración, la masturbación, el orgasmo, la felación, etc,…Simplemente consideramos que eso es lo más fácil, algo que todos conocemos. Queremos explorar opciones menos
evidentes).
¿Por qué la desnudez (propia o ajena) puede ser
algo tan traumático para algunas personas?
Una de las posibles causas es la
no aceptación por nosotros mismos de una parte de nuestra anatomía. No tiene
que ser forzosamente algo relacionado con los genitales, pero está claro que
creemos que quienes nos vean
desnudos van a centrar toda su atención
en esa parte de nuestro cuerpo que nosotros consideramos “fea”.
Otro de los miedos es el miedo al
ridículo. Muchos varones nos manifiestan su temor a tener una erección. ¿Qué
clase de educación o de cultura sexual
tenemos si consideramos la erección del pene como algo vergonzoso? También hay
quien considera ridículo tener el culo blanco y el resto del cuerpo moreno,
tener celulitis, tener vello en las
piernas (sobretodo ellas),..
Luego están los miedos que tiene
que ver con la relación que puede haber
entre la desnudez y el sexo.
Eso dependerá suponemos, de la actitud de cada un@. Hay personas (especialmente mujeres) que han
venido a nuestros encuentros experimentales, que han dejado muy claro desde el
principio que quieren y pueden separar lo sexual de lo sensual, y pobre de quien no lo haya entendido así, porque nunca es agradable ser señalado con
el dedo. Hay también quien opina que
mostrarse desnudo es incitar a la traición, puesto que la visión de los
atributos sexuales produce excitación y despierta el deseo de satisfacer
ciertos instintos. Esa es una visión un
tanto primitiva, y además está demostrado que puede producir mucha más
excitación un cuerpo medio desnudo o vestido con ropa muy sexy, algo que es
socialmente aceptado por todo el mundo.
El inmenso potencial del cuerpo para sentir
placer se puede experimentar sin llegar a vivir situaciones de sexo explícito.
Acariciar con delicadeza es un arte que
se puede y se debe aprender. Aprender a deleitarse contemplando la forma de una cadera, de unos hombros, de
unos pies o de un busto, es un ejercicio que nos puede aportar mucho más de lo
que creemos. Rastrear con el olfato el
cuerpo de un “extraño o extraña” en busca de un aroma oculto es una
experiencia que no se vive todos los
días, escuchar los latidos del corazón
en el pecho desnudo de alguien que por unos instantes ha sido nuestro compañer@
de juego es relajante y crea complicidad,…
Hasta aquí, que nosotros sepamos no ha habido
sexo, sólo sensualidad, satisfacción de
placeres relacionados con los sentidos, sin necesidad de traspasar la línea “prohibida”,
porque para eso ya existen otras opciones.
Segun parece no nacemos
con pudor, ni con temor a la desnudez. Nos toca vivir en un modelo
de sociedad en el que hay algunas reglas que se han creado para ejercer
un control sobre las personas, sobre sus
pensamientos, sus preferencias, sus gustos, y sobre todo su sexualidad. El deseo de manipular a la población no es
nada nuevo.
Podemos y debemos crear nuevas
reglas, nuevas maneras de relacionarnos. Reivindicar el derecho al placer de
nuestros cuerpos es un acto revolucionario, la desnudez puede ser también algo
revolucionario, cuando se vive de una manera consciente y liberadora. Tocar los
cuerpos desnudos de otras personas nos acerca y elimina prejuicios y barreras.
Siempre ha habido y
habrá inquisidores, guardianes de la moral, censores y represores, gentebastante infeliz, suponemos….
Practicar el nudismo en una playa nudista o en un club
nudista es algo que se acepta con
normalidad. Caminar desnudo por un monte o correr desnudo por el campo ya es
“nudismo de aventura”.
Legalmente no es un
delito ir desnudo por el campo, pero puede ser una aventura, según con quien te
tropieces.
El domingo pasado hizo un día estupendo y salí a correr
desnudo por el campo, cosa que hago durante todo el verano. Esta vez subí hasta
un monte de encinas que es muy poco transitado, pero yo sabía que al ser
domingo no sería difícil que me encontrase con algún ciclista o
caminante.
Descubrí una ruta nueva y estaba tan impresionado por la
luminosidad del atardecer, por los olores a tomillo y otras hierbas, que dejé
de correr y me puse a caminar para disfrutar con todos los sentidos. Caminé durante un
buen trecho hasta que al doblar una curva del camino me di de frente con una
pareja, un hombre y una mujer de edad
madura. Ponerme el pantalón de deporte no tenía sentido, pues estábamos a
escasos metros. Ocultarme detrás de un árbol tampoco, porque ya me habían
visto. En decimas de segundo tuve que decidir lo que hacía, teniendo en cuenta
además que el hombre llevaba en su mano una enorme vara con la que se ayudaba
para caminar. Y como hay gente para todo…, también se me pasó por la cabeza una
posible reacción hostil de él, porque hay quien piensa que un hombre desnudo es
más peligroso que un hombre vestido. Decidí que yo no hacía daño a nadie y que
el monte era un espacio público y continué caminando normalmente. A medida que
la distancia se hacía menor yo me preparaba para saludar con un “buenas
tardes”, pero también me preparaba para otras posibles reacciones de él o de ella. No me dio a
tiempo a saludar, porque ella muy amable y sonriente se me adelantó y me dio
las buenas tardes, a lo que respondí aliviado. Él no dijo nada.
Agradecí la reacción de esa mujer, la normalidad y naturalidad
con la que me saludo.
Algunas veces esos paseos nudistas los doy con mi pareja, o
vamos en grupo. Eso da algo más de tranquilidad, pero ir solo es auténtico “nudismo
de aventura”.
Fotograma de la película El perfume Recuerdo una escena muy
cómica de una película. Un galán de Hollywood, maduro, atractivo,
de pelo plateado, está con un amigo en un bar y le dice compungido:
“No sabes cómo te envidio. Llevas 30 años casado con la misma
mujer, desayunas con la misma mujer, comes con la misma mujer, te
acuestas con la misma mujer,..Yo en cambio siempre de cama en cama,
asediado por jovencitas que lo único que buscan es sexo y
diversión”. En
ese momento la cámara enfoca al amigo que escucha incrédulo y
babea chorros de espuma exageradamente.
Démosle su oportunidad
al humor, porque:
¿Quién no ha
fantaseado con ser acariciado por varias mujeres o por varios
hombres, o por un montón mujeres y hombres? ¿Quién no ha
fantaseado con hacer un trío, un cuarteto, o con hacérselo con
una orquesta sinfónica? Seamos honest@s, las fantasías las tenemos
todos.
Vaaale, de
acuerdo, ….un@s más que otr@s.
Opción
A. No tengo fantasías………..Pues lo siento, no me lo creo,
háztelo mirar.
Opción
B. Las utilizo para masturbarme……………….Bienvenido al club
Opción
C. Las utilizo para hacer el amor con mi pareja………También
somos de ese club.
Opción
D. Tengo pasta y hago realidad mis fantasías………..…..Invítanos
a tu club
Opción
E: Tener fantasías es pecado……………………No mola ese club
Opciones
F,G,H,…Escribe las que se te ocurran
¿Y si existiese una
manera de poder compartir con otras personas algunas de esas
vivencias sin correr riesgos, sin obligarse a nada? ¿Y si hubiese
una forma de llevar ese erotismo “fantástico” a la práctica,
en lugar de imaginarlo o leerlo? ¿Por qué no compartir juegos,
caricias, palabras, miradas, silencios,…ternura y quizá amistad?
Trata de verlo exactamente igual que si se tratase de compartir una
comida. Si se puede pertenecer a una sociedad gastronómica, ¿por
qué no está bien visto pertenecer a un club de amigos del
erotismo?
Bueno, quizá te hayas
llevado las manos a la cabeza y estés diciendo: “pero éste tío
está colgado, no se puede comparar compartir una paella con
“compartir” a mi pareja, no es lo mismo estar vestidos comiendo
alrededor de una mesa que estar desnudos acariciándose alrededor de
unas velas”
Efectivamente, ahí está
el “meollo” del asunto.
¿Por qué nos dan tanto miedo las
cosas del cuerpo? El censor que llevamos dentro, ¿nos
lo han “colado” o viene de serie? ¿Por qué le damos tanta importancia a las cosas que
tienen que ver con la escasez de ropa? ¿Por qué las
sobredimensionamos y nos rasgamos las vestiduras?
Todas las cosas tienen
la importancia que queramos darles (creemos que en esta frase
tan simple se encuentra parte del secreto de la felicidad)
Nuestro encuentro más
intimista,...tooodo el mundo de puente.
Hemos aprovechado el
pequeño formato para experimentar cosas nuevas. Las ideas se nos
amontonan en la cabeza y se ordenan, se estructuran y se aparcan
después en el “ordenador” esperando su momento. El sábado
hemos estrenado algunos juegos, incluso nos hemos permitido
teatralizar algunas situaciones, con resultados verdaderamente gratos
y sorprendentes. La estética visual tuvo protagonismo, la
complicidad alcanzó un nivel muy alto y nuestra charla al terminar
fue especialmente íntima y agradable. Una pareja que ya había
venido anteriormente manifestó que después de asistir uno de
nuestros encuentros en Palencia, experimentaban una especial
actividad sexual en su vida cotidiana.Nos alegramos y nos lo
creemos. A nosotros nos ocurre lo mismo.
Éste mes de mayo
tendremos un experimento muy especial. Vamos a empezar a salir de
Palencia. El sábado 24 estaremos en Pontevedra, en un lugar muy especial.Se trata de Mundo Natura,
en A Cañiza. Luego en junio iremos a Guipúzcoa, en Julio a
Zaragoza y hay algún que otro viaje en lista de espera.