Se llama así al miedo a desnudarse frente a otra persona.
Somos conscientes de que las
fotos que aparecen en nuestra web son muy explícitas. Algunas de ellas
corresponden a actividades que realizamos en nuestro laboratorio experimental
de erotismo. Sabemos que a ciertas personas les producen un impacto negativo.
Les asusta ver “tanta carne” y hacen
inmediatamente una asociación de ideas: “grupo de adultos desnudos tocándose es
igual a orgía sexual, ….lagarto, lagarto”.
(Bueno, quizá no te lo vayas a
creer, pero en nuestros encuentros nunca ha habido penetraciones. Tampoco son
nuestro objetivo el orgasmo ni la masturbación. Sin embargo, es cierto que ha habido orgasmos en algunas ocasiones, orgasmos que no necesariamente han
tenido que ver con la manipulación de los genitales. No es que nos avergoncemos
de la penetración, la masturbación, el orgasmo, la felación, etc,…Simplemente consideramos que eso es lo más fácil, algo que todos conocemos. Queremos explorar opciones menos
evidentes).
¿Por qué la desnudez (propia o ajena) puede ser
algo tan traumático para algunas personas?
Una de las posibles causas es la
no aceptación por nosotros mismos de una parte de nuestra anatomía. No tiene
que ser forzosamente algo relacionado con los genitales, pero está claro que
creemos que quienes nos vean
desnudos van a centrar toda su atención
en esa parte de nuestro cuerpo que nosotros consideramos “fea”.
Otro de los miedos es el miedo al
ridículo. Muchos varones nos manifiestan su temor a tener una erección. ¿Qué
clase de educación o de cultura sexual
tenemos si consideramos la erección del pene como algo vergonzoso? También hay
quien considera ridículo tener el culo blanco y el resto del cuerpo moreno,
tener celulitis, tener vello en las
piernas (sobretodo ellas),..
Luego están los miedos que tiene
que ver con la relación que puede haber
entre la desnudez y el sexo.
Eso dependerá suponemos, de la actitud de cada un@. Hay personas (especialmente mujeres) que han
venido a nuestros encuentros experimentales, que han dejado muy claro desde el
principio que quieren y pueden separar lo sexual de lo sensual, y pobre de quien no lo haya entendido así, porque nunca es agradable ser señalado con
el dedo. Hay también quien opina que
mostrarse desnudo es incitar a la traición, puesto que la visión de los
atributos sexuales produce excitación y despierta el deseo de satisfacer
ciertos instintos. Esa es una visión un
tanto primitiva, y además está demostrado que puede producir mucha más
excitación un cuerpo medio desnudo o vestido con ropa muy sexy, algo que es
socialmente aceptado por todo el mundo.
El inmenso potencial del cuerpo para sentir
placer se puede experimentar sin llegar a vivir situaciones de sexo explícito.
Acariciar con delicadeza es un arte que
se puede y se debe aprender. Aprender a deleitarse contemplando la forma de una cadera, de unos hombros, de
unos pies o de un busto, es un ejercicio que nos puede aportar mucho más de lo
que creemos. Rastrear con el olfato el
cuerpo de un “extraño o extraña” en busca de un aroma oculto es una
experiencia que no se vive todos los
días, escuchar los latidos del corazón
en el pecho desnudo de alguien que por unos instantes ha sido nuestro compañer@
de juego es relajante y crea complicidad,…
Hasta aquí, que nosotros sepamos no ha habido
sexo, sólo sensualidad, satisfacción de
placeres relacionados con los sentidos, sin necesidad de traspasar la línea “prohibida”,
porque para eso ya existen otras opciones.
Segun parece no nacemos
con pudor, ni con temor a la desnudez. Nos toca vivir en un modelo
de sociedad en el que hay algunas reglas que se han creado para ejercer
un control sobre las personas, sobre sus
pensamientos, sus preferencias, sus gustos, y sobre todo su sexualidad. El deseo de manipular a la población no es
nada nuevo.
Podemos y debemos crear nuevas
reglas, nuevas maneras de relacionarnos. Reivindicar el derecho al placer de
nuestros cuerpos es un acto revolucionario, la desnudez puede ser también algo
revolucionario, cuando se vive de una manera consciente y liberadora. Tocar los
cuerpos desnudos de otras personas nos acerca y elimina prejuicios y barreras.
Siempre ha habido y
habrá inquisidores, guardianes de la moral, censores y represores, gente bastante infeliz, suponemos….