lunes, 10 de marzo de 2014

CÍRCULO DE PLACER



Si eres capaz de abandonarte y entregarte al placer sin límites, subirás al cielo con este juego. Pero según sea tu capacidad de abandono, puedes quedarte en el purgatorio, (hay quien llega a sentirse agobiad@, pero no es lo normal ).

En este juego es imprescindible estar completamente desnudo.

Las chicas forman un círculo y los chicos otro. Todos tienen los ojos vendados y un frasquito de aceite de masaje en la mano. Se trata de que todos los chicos, alternándose uno por uno, se sitúen en el centro del círculo de las chicas para ser totalmente embadurnados por ellas con aceite de masaje. Las chicas harán lo mismo, pasarán de una en una por el círculo de los chicos. Cada persona que pase por el centro del círculo informará si desea que alguna parte de su cuerpo (genitales, pezones) no sea tocada. Un montón de manos traviesas recorrerán su cuerpo de arriba abajo, embadurnándolo hasta el último rincón.

Este juego es uno de los preferidos y lo hacemos siempre. Ellos nunca ponen límites, y ellas lo hacen a veces, sobretodo en la zona de los genitales. Lo hacen especialmente ante el temor de que algún hombre confunda “acariciar” con “manipular” de una manera poco delicada e insistente. Ellas aprenden a decir “no” cuando lo sienten así, y ellos aprenden “modales”, siempre en un clima de cordialidad y sin vivirlo como una agresión, sino como un malentendido sin mayores consecuencias.

En una ocasión una mujer se levantó la venda levemente para poder ver lo que ocurría cuando las otras chicas estaban “engrasando” a su pareja. Luego le reprochó que se hubiera dejado acariciar el pene. Para evitar esas actitudes poco sanas, nunca coinciden los dos miembros de la pareja en el mismo círculo.


En una segunda versión, para un nivel algo "mas avanzado", el círculo lo forman personas de ambos sexos. Viene bien para que, sobre todo ellos, instalen un nuevo “software” sobre relaciones “hombresconhombres”.

lunes, 3 de marzo de 2014

NUESTRO ENCUENTRO DE CARNAVAL

                                         Foto Fidel A. Asociación Contraluz (Palencia)


Sin duda nuestro encuentro más rico, más humano, más placentero y doloroso, una mezcla de sentimientos que se descontrolaron. La afectividad y la carencia de ella, los celos, el deseo, la generosidad, los miedos, las tensiones y las rigideces, el afán de control y posesión, la entrega total, las diferentes visiones, las dudas, la manifiesta necesidad de replantearnos muchas cosas con nuestras parejas, la voluptuosidad, la sinceridad a la hora de dar y pedir, el placer de vernos y tocarnos,..el dolor al sentirnos amenazados por la libertad de los demás, el miedo a romper cadenas y vernos caer al vacío….

Supongo que todos tenemos claro el carácter experimental de nuestros encuentros. Siempre solemos aclarar al principio de las sesiones que los experimentos a veces pueden gustarnos, otras no, algunas veces nos pueden dejar indiferentes, y además puede ocurrir que lo que a uno le gusta, a otro le desagrade. Estamos en el camino, pero no siempre es fácil. Cuando nos adentramos en territorios desconocidos, cuando respondemos a la llamada del deseo, cuando rascamos debajo de la piel, aparecen los fantasmas…y toca enfrentarse con ellos. Y así lo hicimos.

Gracias por vuestra honradez y valentía por decir lo que pensasteis, lo que sentisteis. No era fácil, pero la sensación que quedó al final de nuestra charla fue de transparencia. Ojalá que los conflictos se diluyan y nos veamos de nuevo con las pilas cargadas.


Valió la pena, como siempre…

domingo, 16 de febrero de 2014

SAN VALENTÍN, ENCUENTRO NÚMERO 12


Alfonso Val Ortego. "Las cosquillas"


El viernes de San Valentín nos permitimos una sesión un poco más larga de lo habitual. Comenzamos con un juego para crear confianza entre los miembros del grupo. Era un juego divertido en el que había que relajarse y abandonarse, y confiar en que estaríamos constantemente protegidos por el grupo. Es muy útil y resulta muy placentero si somos capaces de relajarnos, lo cual no le resulta tan fácil a todo el mundo. De la misma manera que no somos conscientes de un ruido hasta que éste no cesa (por ejemplo, el zumbido de una nevera), tampoco nos damos cuenta de la cantidad de tensiones musculares que mantenemos constantemente sin necesidad. Creo que vendría bien incluir una sesión de relajación al final de la actividad.

Jugando a ser fotógrafos:

Influenciados sin duda por la reciente sesión de fotografía erótica, cuyos resultados esperamos poder mostrar en unos días, ayer jugamos a que, por un momento, éramos fotógrafos y teníamos que diseñar “escenas” que pudieran servir para ser fotografiadas. Hubo varias propuestas, algunas muy eróticas, que fueron llevadas a la práctica siguiendo las instrucciones de sus respectivos diseñadores o diseñadoras, quienes elegían para ello a quienes querían, de entre las personas que estábamos allí. Con ello nos regalamos el placer de mirar y de crear, y practicamos el erotismo visual. Nos hemos planteado para más adelante fotografiar en cada sesión los resultados y poder mostrarlos. Pero sin prisa…

Luego nos dimos una ducha por parejas (elegían las chicas) y nos metimos en la sauna. Es pequeña, pero batimos el record Guinness, nos metimos todos y hubo mucho cachondeo y bromitas. También hubo un pequeño susto por un resbalón que, aunque fue muy sonoro, no tuvo consecuencias. Mejor usar chanclas. Luego pasamos al jacuzzi y hubo masajitos en los pies. Se estaba muy bien en el agua, pero nos quedaba toda la parte de engrasado colectivo y masaje sensual,… Total, que se pasaron casi cinco horas, y hubiéramos seguido allí, pero ....

Nunca hay dos sesiones iguales, y siempre se aprende algo nuevo.

Besos

lunes, 3 de febrero de 2014

LA SESIÓN DE FOTOGRAFÍA ERÓTICA





                                                Imagen tomada de la web


Cinco personas disparando, 7 posando, un par de personas asesorando y ayudando a los fotógrafos, algún acompañante, una hora larga de preparación técnica y logística antes de comenzar , y tres horas más o menos de sesión fotográfica, con su correspondiente dosis de paciencia infinita por ambas partes. Estuvimos a gusto, en general. Hay quien lleva peor lo de los tiempos muertos, pero  hay que reconocer que no era tarea fácil. Había guión, pero también hubo que improvisar.

Siempre es bueno ponerse en la piel de otros para entender su trabajo. Creo que aprendimos que no es fácil ser modelo, y que tener un físico aceptable no es garantía de nada. Hay que expresar cosas, hay que saber mirar, insinuar, gesticular, convencer, hay que actuar,…y hay que saber aguantar la pose.

El miedo al ridículo, la timidez, la vergüenza, el pudor, no nos permiten expresarnos. Nos dejamos asesorar, pero no sé si acabamos metiéndonos en el papel. Es duro aguantar la pose mientras se termina de medir la luz, mientras se recolocan  los focos. Algunas  poses son más llevaderas, otras incluso resultan   muy agradables,…toda una experiencia (en realidad ha sido nuestra  segunda experiencia, pero ha sido muy diferente a lo que conocíamos)

Entre los/as que disparaban había gente muy experimentada y había quien debutaba en esto de fotografiar desnudos. Pasarán unos días antes  que podamos mostrar el resultado. Hay que seleccionar las fotos y  tratarlas, y todo el mundo está ocupadísimo. Esperemos que en un par de semanas esté listo.

Agradecemos a la asociación “CONTRALUZ” su buena disposición para este experimento, y yo personalmente agradezco a quienes posaron la generosidad por compartir sus hermosos cuerpos con las personas que siguen este proyecto.

Ha sido un  placer para la piel, esperemos que lo sea también para la vista.

Besos encendidoshttp://www.erosexperimental.com/fotos/pinchar-aqu%C3%AD-para-ver-la-sesi%C3%B3n-de-fotograf%C3%ADa-de-enero-2014/

domingo, 26 de enero de 2014

SOBRE NUESTRO DÉCIMO ENCUENTRO



El viernes 24 estuvimos 6 parejas en el encuentro número 10 del Laboratorio Experimental de Erotismo de Palencia. Veníamos de Palencia, Burgos, Salamanca y Valladolid. La mayoría repetían, y había tres personas que venían por primera vez.

Se notó la confianza que da el conocerse de otras sesiones anteriores. Todos vamos aprendiendo de todos. Aprendemos lo que les gusta a los demás y lo que no, aprendemos a aceptar la visión que cada uno tiene de la desnudez propia y ajena, aprendemos a respetar la manera en cada uno/a siente las caricias de los demás, como interpreta cada uno la cercanía con otros cuerpos, cuales son los límites que cada uno/a plantea. Estamos aprendiendo que la frontera entre sensualidad y sexualidad, si es que existe, cada uno de nosotros la situamos en un lugar, y que ese lugar no es siempre el mismo. Quien ayer dejó muy claro que ciertas zonas de su cuerpo eran “sagradas”, hoy ya no vive las caricias como una agresión o un ataque a su intimidad, y es capaz de relajarse y disfrutar del placer de su propio cuerpo.

¿Qué es lo que ha cambiado?

Según mi modesta opinión, el buen ambiente que se crea, es propicio para que se alejen algunos fantasmas. Tratamos de crear un clima de respeto y confianza, de fomentar la intimidad también a nivel emocional, no sólo de contacto físico. Intentamos que todo el mundo exprese lo que ha sentido al final de la sesión. Hablamos de lo que ha gustado y de lo que no. Nos obligamos a ver y sentir como otros ven y sienten determinadas situaciones. Estamos consiguiendo que nadie sienta vergüenza por decir y por reconocer lo que le gusta y lo que no le gusta en materia de caricias, abrazos, y todo el abanico de posibilidades que pueden proporcionar las sensaciones táctiles. Estamos tratando de desmitificar y de contrarrestar de una manera consciente, los negativos efectos de un modelo sociocultural en el que disfrutar del cuerpo es considerado algo sucio y sospechoso, especialmente cuando ese disfrute se produce fuera del marco de la “pareja heterosexual bendecida por la sociedad”.

No estamos inventando nada. Nos conformaríamos con que la gente que nos rodea supiese que hubo una época de la humanidad en la que se gestó nuestro modelo cultural actual,y  en la cual el cuerpo desnudo no era motivo de escándalo y los placeres del cuerpo no eran algo ilícito, aunque se viviesen fuera del “sagrado marco de la pareja tradicional”.


La infinita oferta de pornografía en cualquier formato, evidencia el desequilibrio de una sociedad hipócrita que puede considerar un héroe a Nacho Vidal, pero que podría crucificar a su vecino por tomar el sol desnudo en su terraza (no vaya a ser que mi mujer lo vea y le guste)

Besos en las nalgas

jueves, 23 de enero de 2014

A TIRO FIJO


El pasado domingo 19 tuvimos encuentro erótico en Palencia, en un local en el que nunca habíamos estado y en el que probablemente organicemos algún encuentro más. Es algo más espacioso, es agradable, y está abierto a proyectos y propuestas nuevas. Se llama “Esplai Palencia”. De todas formas, seguimos en el SPA de la plaza de Europa.

Al terminar las sesiones, solemos, con mayor o menor éxito, intentar una puesta en común de lo vivido durante los ejercicios, juegos, sesión de masaje. En ésta última sesión del domingo 19 destacó la queja de dos personas (mujeres) que manifestaron que uno de los participantes, a la hora de acariciar y en la sesión de masaje, se centraba exclusivamente en la zona genital, y aunque a veces parecía que “pasaba” por otras zonas, se le notaba que lo que hacía era dar un rodeo para volver otra vez a lo mismo. Ellas se lo tomaron con filosofía, pero parece que, vista la insistencia, una de ellas tuvo que pararle los pies.

Todavía estamos en una fase en la que se están perfilando los códigos internos de nuestro proyecto, todavía hay personas que no saben a qué atenerse cuando nos llaman, o cuando vienen a un encuentro. Hasta cierto punto es lógico. Pero yo creo que estamos dando pistas suficientes para que todo el mundo entienda que en estos temas tan delicados, no se debe ir “a tiro fijo”. Todo el cuerpo humano es un mapa de placer sensual y erótico. Seguir insistiendo en lo genital es querer seguir siendo “pobre” (sobre todo de espíritu).

Otra cosa que llama la atención, es que el hecho de formar parte de círculos en los que el sexo es algo fácil y cotidiano, no es de por sí garantía de “apertura” ni de amplitud de miras. Hemos podido comprobar cómo algunas de éstas personas se sienten tremendamente incómodas si se les pide participar en alguna actividad en la que sea necesario sostener durante unos minutos la mirada con la pareja (normalmente no es con “su pareja habitual”), o si se les pide que le digan algo agradable a su pareja, o si se les pide simplemente que se relajen (es increíble lo problemático que es para algunas personas relajar una pierna, un brazo, ya no digamos todo el cuerpo). Por el contrario, he de reconocer que son personas en las que la palabra celos no existe, y que tienen plena confianza el uno en el otro. Una de ésta personas, varón, manifestó, que muchos de los hombres (en realidad utilizó otra palabra que hacía referencia al mundo animal) que frecuentan ciertos ambientes “liberales” deberían darse una vuelta por aquí para aprender como acariciar a una mujer, lo cual es un halago, sin duda.

Todos estamos aprendiendo de todos. Lo que más me ilusiona es que hay personas que, a pesar de tener “mucho recorrido”, repiten, y están asomando la nariz porque ven puertas entreabiertas y sienten curiosidad sana. Algunas de ellas manifiestan haber logrado tener una actitud más relajada respecto a un tema (el erótico) que antes las tenía permanentemente tensas y a la defensiva.


El placer es más placer si es algo consciente.

domingo, 5 de enero de 2014

¿CON O SIN ORGASMO?



Mucha gente me escribe interesándose por una cuestión: 
 ¿Hasta dónde llegamos en nuestros experimentos?¿Hay límites?¿Hay sexo?
Es difícil decir en qué momento una caricia, un abrazo, un roce, se convierten en sexo. Hay personas que lo consideran sexo si detrás de esa caricia, abrazo o roce, hay deseo y excitación. Para otros no hay sexo si no hay penetración. Acariciar los genitales de una persona sin intención masturbatoria, ¿es sexo?. Y si no hay intención masturbatoria, pero la persona acariciada tiene un orgasmo, ¿es eso sexo?
Quizá sea mejor despreocuparse por saber si hay sexo o no hay sexo.
Sin embargo me parece importante aclarar que la idea de erotismo y sensualidad que aquí perseguimos, es la de paladear, recrearse... Ser consciente de la importancia que tiene que una mano desconocida recorra nuestra espalda sin prisa, juguetona, que luego baje hasta acariciarnos las nalgas, con amabilidad, con mimo, que se atreva luego a aventurarse entre nuestras piernas y a rozar levemente nuestros genitales, para subir por el vientre hasta el pecho y el cuello, mientras nuestras manos a su vez, intentan averiguar quién esa misteriosa persona que nos “habla” con tanta confianza,(ya sabéis que solemos experimentar con los ojos vendados) mientras olemos su piel desconocida y vamos pasando de tratarnos de “Vd” a tratarnos de “tú”, mientras nos vamos descubriendo, tanteando, …ganando su confianza, mientras vamos venciendo nuestros miedos, hasta fundirnos en un abrazo en el que la sensualidad y la afectividad se confunden.
Lo normal es pensar que esa sucesión de acontecimientos tiene que conducir irreversiblemente a la penetración, con su correspondiente orgasmo. Bueno, si las cosas se desarrollan así, porque así lo han decidido las personas que están implicadas, nos alegraremos por ellos. Pero permitidme que utilice una metáfora para intentar explicar otra visión del tema. Un catador de vino saborea, paladea, analiza y se recrea en las sensaciones que le transmite una pequeña cantidad de vino que retiene en el paladar. Esta operación la puede repetir tantas veces como quiera, apreciando y disfrutando la diferencia entre un vino y otro. Lo que no hará nunca es beberse la botella de un trago y perder el control, no caerá en la glotonería, no perderá el gusto por los detalles, no permitirá que su mente se embote, porque entonces ya le darán igual los detalles, y no apreciará los refinamientos y las diferencias.
Sustituyamos el vino por la piel de una o varias personas desconocidas a quienes queremos conocer, olfatear, saborear, retener en la memoria. Degustemos las diferentes texturas de la piel, la diferencia de temperatura, las diferentes maneras de respirar, encontremos esa zona que provoca alteraciones en la respiración de la otra persona, comprobemos como nos busca con las manos temblorosas, dilatemos el momento, hagamos que dure eternamente, que no sea tan importante esa explosión con la que todo se acaba, no nos pongamos como meta el orgasmo.

Si ha de llegar, ….llegará.