lunes, 28 de octubre de 2013

Encuentro sensual

Ayer volvió a ser un día especial. Un montón de manos amistosas me acariciaron, embadurnaron mi cuerpo desnudo de arriba abajo con aceite esencial. Manos delicadas que pedían permiso para leer en mi espalda, manos juguetonas que subían deslizándose entre mis piernas, manos elocuentes que me hablaban y me contaban sus secretos. Algunas eran tímidas, respetuosas, otras…. tremendamente atrevidas.
 Éramos como peces dentro de una red, pero no había ningún sufrimiento. Nos retorcíamos, nos buscábamos,... nos encontrábamos. Nuestros cuerpos, engrasados se comunicaban con pasmosa facilidad.
Abracé y me abrazaron, exploré anatomías desconocidas, fui objeto de indiscretos cacheos electrizantes. Todos teníamos los ojos vendados. 
 Mientras resbalaba entre brazos que me recibían abiertos, alguien pellizcaba mis nalgas con pícara confianza, mientras acariciaba pechos que me hablaban de tú, alguien dibujaba un corazón en mi espalda, mientras mis manos se perdían dentro de una hermosa melena de pelo negro rizado, alguien me volvía loco de excitación jugueteando por mi abdomen. De fondo sonaba música sensual y sugerente, pero también se escuchaba alguna risita cómplice, algunos suspiros imposibles de ahogar, algunas muestras de estremecimiento imposibles de contener…

    Ayer la voluptuosidad se hizo carne, ……..

                                      …….y habitó entre nosotros.
                                                                              (lo siento, fui a un colegio de curas)



En Palencia, Domingo 27 de octubre de 2013.


           
                                     Diana Krall. The look of love

lunes, 21 de octubre de 2013

FANTASÍA

Mafalda trabaja en la biblioteca municipal. Me fijé en ella un lunes. Llovía a cántaros. Yo acababa de pedir en préstamo un libro titulado “Juegos eróticos de salón”. Cuando hubo realizado los trámites del préstamo y extendió su mano para darme el libro, me dedico una sonrisa encantadora y me advirtió que se estaba formando un charco en torno a mi paraguas. Me cautivó su manera dulce de reñirme. Desde ese día siempre procuro que sea ella la que me atienda. Es elegante, un pelín coqueta, lo justo,…muy atractiva. Creo que está empezando a darse cuenta de me gusta.

Tatiana tiene una tienda de mascotas. Es rubia, seguramente teñida, lleva el pelo encantadoramente alborotado. Su vestimenta básica consiste en camiseta, un amplísimo repertorio de minifaldas y sandalias romanas. Después de observarla disimuladamente decenas de veces a través de las jaulas de gatitos, perritos y pececitos, un día por fin, me decidí a abordarla. Hice acopio de valor, respiré hondo, entré en la tienda y con un aire de autosuficiencia que me sorprendió, le solté las palabras mágicas: “necesito urgentemente…….un spray antipulgas”. Ella me miró de arriba abajo y me dijo: “los que tengo son para perros”. En ese momento me sonó el móvil. Salí de la tienda rojo como un tomate maduro.


Me gustaría irme a la ducha Mafalda y Tatiana,
enjabonarnos a discreción,
sin prisas,
mientras nos regalamos miradas cómplices,
sonrisas pícaras,
palabras amables…
Hacernos cosquillas,
turnarnos para estar en el medio...
Dejar que el agua se lleve la desconfianza, los recelos, los prejuicios.
Que sólo importe el momento, que no haya otras expectativas….

Y si no es mucho pedir….
..que me dejen robarles algún beso.




sábado, 12 de octubre de 2013

CARICIAS AL AMANECER

Me gusta recibir el amanecer calentito debajo del edredón. Me gusta oír al gallo cantar al amanecer.
 No, no es un tópico, tenemos gallo, pero no dice “kikirikiiii”, sino “pocoapocoooo”.                                                            Así que poco a poco le acaricio la espalda a mi chica (por las mañanas ella siempre me da la espalda). Llamo a su puerta, a veces no me contesta, porque está dormidííííísima. Otras veces se da la vuelta y nos abrazamos con desesperación, como si yo fuese un astronauta a punto de partir a una larga y arriesgada misión. Mi pierna busca refugio entre sus muslos, presiono suavemente esa zona tan húmeda y caliente. El acople es perfecto. Nuestras piernas se enredan (las dos suyas y las tres mías). Acaricio sus muslos y siempre me detengo maravillado en la curva que forma su cadera. Ella me rodea con el brazo y nos abrazamos con avaricia, como si yo fuese un aventurero que va a partir de viaje a un país lejano y enigmático, y que no volverá hasta pasados unos meses (en realidad voy a llevar a la niña al cole). Siento su respiración caliente en mi oreja, y me excito mucho,… pero nunca hacemos el amor a esas horas. Desciendo con mi mano por su pierna hasta tocar su pie. Ella flexiona la pierna para que pueda acariciarlo cómodamente. Le encanta que le acaricie el pie. Luego subo por el muslo y busco la línea que separa sus dos preciosos mofletes, y me recreo en sus nalgas… No sé qué tienen sus nalgas que me apetece comérmelas a todas horas…Y nos abrazamos como si fuese mi hora de partir a la guerra … 
 Nos manoseamos, nos estrujamos…
 ¡Qué placer el de la carne! Carne suave, caliente, amorosa, húmeda, tierna…
 Hay momentos en los que llego a entender a los caníbales…


jueves, 3 de octubre de 2013

FLOR DE LOTO

Los relatos eróticos y las  fantasías eróticas, son  frecuentes en un blog que trata sobre erotismo. Hay personas capaces de escribir excelentes relatos, de  una alta calidad literaria, un exquisito refinamiento, y una asombrosa capacidad para describir situaciones “calientes”, en las que a muchos nos gustaría vernos implicados.
Lo que viene a continuación no es un relato de ficción, no es una fantasía incumplida.  Es algo que  ha ocurrido otras veces, y ocurrió de nuevo el domingo 29 de septiembre. Un grupo de personas de distinta procedencia se reunieron  en una pequeña y  tranquila ciudad castellana. Una mujer joven   es la protagonista de este relato. Ella desea que su nombre real no figure  en  el relato, y prefiere  aparecer como Flor de Loto.



Flor de Loto se había enrolado en una excitante aventura sensual, que tendría lugar en la tarde de  ese domingo de otoño. Había hecho algunas averiguaciones, las suficientes para llegar a la conclusión de que aquella extraña propuesta  que había visto en internet podía permitirle vivir  una grata experiencia. Pero no podía evitar estar nerviosa, sin duda era algo muy especial, algo que no se hace todos los días, algo que ninguna persona que ella conociera había hecho antes.
Se presentó en el lugar indicado a la hora indicada. Fue recibida por una persona que la condujo  hasta una sala en la que la temperatura invitaba a quitarse la ropa, pero solo le indicaron que se quitase los zapatos. La iluminación era escasa, olía a incienso aromático y en el equipo de música sonaba “The folks who live on the hill”, interpretada por la sensual Diana Krall. Poco a poco fueron llegando  otras personas, algunas se conocían entre ellas, otras no se habían visto nunca antes. Sin mucho protocolo, alguien propuso un juego  para romper el hielo. En cuestión de unos minutos todos correteaban  por la sala  intentando evitar que, “el que se la quedaba”, les colocase un osito de peluche en la barriga. La manera de zafarse, además de correr, era abrazarse a la persona  que estuviese más cerca. Se sorprendió cuando se vio abrazada a hombres  y mujeres a los que no conocía de nada. Todos actuaban con la misma naturalidad. El calor y el agitado ejercicio provocaban  sofocos, y alguien propuso quitarse algo de ropa. Ella dudó y prefirió seguir como estaba, pero pasados unos minutos,  decidió que le sobraba algo de ropa, y se quitó la camiseta y el pantalón, como habían hecho otros. Alguien propuso terminar con el juego y  les pidió que se vendasen los ojos, que se desnudasen  y que permaneciesen así, de pie en la sala, en el lugar que cada uno hubiera elegido. La perspectiva de perder la poca ropa que le quedaba, no debió preocuparle mucho a Flor de Loto , teniendo  en cuenta que todo el mundo tenía los ojos vendados. Una persona  se situó en el centro de la sala, también con los ojos vendados, y les dijo que tenían que caminar todos hacia él, hasta conseguir tocarle. Hablaba constantemente, para que pudiesen orientarse por el sonido de su voz. Poco a poco todos se fueron situando alrededor de la persona que les hablaba, y éste les distribuyó unos frasquitos con aceite de almendras dulces, perfumado con esencia de romero. Luego eligió al azar a alguien del grupo para que se colocase en el centro del círculo. La consigna era embadurnar  a discreción entre todos el cuerpo del elegido o elegida. Mientras un montón de manos  traviesas recorrían su cuerpo de norte a sur, de babor a estribor, la persona que estaba situada en el centro del círculo, no podía ni quería disimular el placer  que sentía, cuando más de una docena de manos “curiosas” reconocían su rostro, se deslizaban por sus brazos, serpenteaban por sus piernas, recorrían su espalda, jugueteaban por su pecho, acariciaban sus nalgas…                                                                                                                                                            Hubo alguien que   dudó cuando le llegó el turno de estar en medio de la vorágine de manos  juguetonas. Se le ofreció la posibilidad de no participar, pero se le animó a perder el miedo y dejarse llevar. Así lo hizo  y participó como los demás. Uno a uno, todos ocuparon el centro del círculo y fueron embadurnados y masajeados, todos pasaron  por éste y por otros “suplicios” peores. Hubo una variante de éste juego que alguien bautizó como “manos libres”. Con estos y otros entretenimientos  parecidos fueron pasando algo más de dos horas, en las que no tenía importancia la edad, el sexo, la estatura, el nombre, ni la condición de ser el “marido de”, ni “la mujer de”. Lo importante era dejarse llevar, sentir, actuar con generosidad,  ser receptivo, imaginativo, dejar que la piel de cada uno hablase a los demás.
Terminada la sesión, se sentaron en el suelo a comentar cómo lo había vivido cada uno, indagaron si alguien se había sentido incómodo, si alguien se había sentido invadido. Se habló de excitación, de erecciones, de deseo, de represiones, y sobre todo se habló de repetir la experiencia.


jueves, 26 de septiembre de 2013

EL EROTISMO AL SERVICIO DEL PODER ECONÓMICO


Pues sí que me he puesto serio con el título. Se diría que ahora tendría que venir una sesuda ponencia de esas que te dejan con la boca abierta. Pues lo siento majos. Yo soy músico. En lugar de ponencia hay una canción….
Pero sí quiero decir que hay una cosa (hay muchas), pero hay una que me parece el colmo de los colmos. Alguna vez he visto por la televisión (en algún bar, porque yo no tengo tele) que al final de una carrera de fórmula 1, el ganador regresa a su “camerino” pasando a través de un pasillo formado por unas 20 estupendas mujeres (azafatas) situadas a ambos lados. Él aguerrido y joven piloto hace su entrada triunfal, como entraría un mártir de Mahoma en el paraíso, en el que le esperan sus 50 vírgenes.
La figura es de lo más significativa. No una, sino 20 mujeres (más o menos) es uno de los premios que la sociedad democrática y desarrollada otorga a esos héroes, además de la pasta gansa, la fama, etc.,…Quiero suponer que no se las puede llevar a la habitación y gozar de sus encantos, pero no me negaréis que ese ritual tan normal en el deporte, que consiste en que una o varias estupendas mujeres, con más o menos ropa, besan y colocan la medalla al ganador, encierra un mensaje perverso. Al menos a mí me lo parece.

Se admiten puntos de vista.


lunes, 23 de septiembre de 2013

SOME DAY MY PRINCE WILL COME



PRELUDIO
Transportes Montoya era una referencia en el sector de transportes de mercancías por carretera en Palencia. Su propietario, Francisco Montoya había consolidado una sólida y solvente empresa, empezando solamente con un camioncillo desvencijado y echándole horas como un poseso. La empresa era un éxito, pero había desatendido a la familia. Irene, su mujer, le había dejado, y su hijo, a quien no veía desde hacía años, no daba señales de vida ni para pedirle dinero. Para colmo, llegó lo del infarto.. Durante su estancia en el hospital su hijo le visitó. En el fondo era un buen chico. Le contó que la mujer de sus sueños le había engañado con su mejor amigo. Hicieron las paces. Su padre, conmovido y emocionado con el reencuentro, le insinuó la posibilidad de que él se hiciera cargo de la empresa. Por primera vez en muchos años Paco Montoya tuvo tiempo para pensar. Las cosas no iban a ser igual cuando él saliera de allí, si es que salía.

SCHERZO
Francisco Montoya publicó el siguiente anuncio en la sección de amistad de una página de contactos:
Hechizado “Soy un joven de 30 años, pelo castaño, ojos claros, labios carnosos, hoyuelo en el mentón, 1m. 84cm de estatura, cuerpo atlético, no fumador, muy solvente. He sido hechizado por una bruja que me ha encerrado en el cuerpo de un hombre de casi sesenta, calvo, velludo y con barriga. Este hechizo solo se puede deshacer si una joven y exuberante mujer, accede  a regalarme una sincera noche de amor. No es seguro que funcione, pero si funciona, compartiré con ella todo lo que poseo.”

MODERATO
Cuando Charo, 28 años, leyó el anuncio experimentó una sensación de estupor y admiración por semejante cara dura. Mientras se cepillaba los dientes se partía de risa y no paraba de decir, ”joder, ¡qué jeta el tío ese!”. Al día siguiente, al regresar del supermercado en el que trabajaba, encendió el ordenador para ver el correo. No supo muy bien cuál fue el mecanismo que hizo que de nuevo se encontrase en la página de contactos escribiendo en el buscador “Hechizado”. Mientras saboreaba unas fresas con nata empezó a hablar sola: 
 ¡No lo harás! -¡Sí lo haré! - Estás perdiendo aceite, nena. -Es posible, pero ya estoy harta de esperar al príncipe azul…quizá no me importe que sea un príncipe un poco “verde”.
 Charo sabía que en el fondo hablaba en broma. Jamás se había planteado entregarse a nadie por dinero, pero se propuso contestar a ese Don Juan cara dura. Y si él a su vez le respondía, decidiría lo qué haría en función de la originalidad de la respuesta de éste.
 Ella le escribió: “Hola, soy una joven y exuberante morena interesada en tu anuncio. Como supongo que tendrás una cola enorme de candidatas para deshacer el hechizo, te pido que me pongas al menos en lista de espera. Besos Charo”.                     La respuesta de él no tardó en llegar: “Hola Charo, en efecto tengo una lista de aspirantes que ocupa dos folios, pero he decidido saltarme las normas, y voy a empezar por la última, que eres tú. ¿Tienes algo que hacer éste viernes?. Te invito a cenar. Besos Paco” . Charo reconoció que había sido desarmada por la respuesta fresca e ingeniosa del misterioso desconocido y empezó a hablar sola otra vez. –Bueno listilla, ¿y ahora qué?. ¿Vas a ir a esa cita? Charo revisó su vida en un instante. De pequeña le atraía mucho el teatro. La perspectiva de poder desempeñar el papel de “rompedora de hechizos” le pareció divertida, pero tenía muy claro que lo de hacer el amor con ese tío, ¡ni de coña!. Acudiría a la cita y se mantendría alerta para no caer en la trampa, cuando él le dijera eso de ¿te vienes a mi casa a tomar algo?. Así que le respondió: -“Me parece bien lo de la cena. Tú dirás dónde y a qué hora” -“A las nueve en el restaurante Pontevecchio” , respondió él. -“Allí estaré”, contestó Charo.


ALLEGRETTO
El restaurante Pontevecchio era uno de esos lugares en los que se está muy a gustito. Acogedor, confortable, cálido. El techo era bajo y las paredes, onduladas y sin aristas, estaban decoradas con frescos de motivos campestres. Además el personal era de lo más atento. La guinda la ponía un trío de jazz que tocaba agradables melodías de los años 40. Charo, fiel a su estilo, llevaba el pelo suelto, un vestido blanco de tirantes, sandalias y unos pendientes que le daban un aire de “bruja-misteriosa-rompehechizos”. Se había puesto unas gotas de Eau de Rochas. Él lo notó enseguida. “Era el perfume de Irene”, le dijo. Para cenar él le recomendó ensalada de aguacate con gambas y Rissotto con Funghi. Cenaron, charlaron amigablemente, se rieron, .. El tal Paco no parecía mala persona, se le veía contento, pero tenía la mirada triste. . Le contó que no había vuelto a ese restaurante desde que Irene le dejó, hacía ya doce años. Le confesó que la ensalada de aguacate y gambas era la preferida de su ex. A los postres Charo empezó a evadirse de la conversación, pensando en cómo haría para zafarse de lo que se le venía encima. Le preguntó, bromeando qué era lo que había hecho para que una bruja le hechizase, y él le respondió que había sido hechizado por haber sobrepasado el nivel de estupidez. Charo empezó a ablandarse….Se lo pensó un rato antes de soltar la pregunta, pero la soltó: “Entonces, ¿ahora querrás que vayamos a tu casa a hacer el amor?” “No mi niña, no quisiera estropear una noche tan especial, pero si me dejas, te acompaño a casa caminando”, respondió Paco, invadido por la melancolía.

ANDANTE MAESTOSSO
El paseo fue agradable. Palencia es una ciudad con muchas zonas verdes. Caminaron por la orilla del rio Carrión. Charo sentía que estaba tomando cariño a ese cara dura, que resultó ser un pobre hombre, al que le pesaba haber desperdiciado los últimos treinta años de su vida. Llegaron al portal, en la calle Labradores. Él le dio las gracias por haberle concedido esa noche de lujo. Ella le preguntó: “¿Qué pasa con el hechizo, Paco?”. No hubo palabras, pero sí hubo respuesta, (…hay miradas que lo dicen todo). Ella le dijo: “El caso es que, estaba pensando invitarte a que subieras a tomar algo , ..pero supongo que estarás cansado…

ALLEGRO DRAMATICO
Francisco Montoya había olvidado el sabor  del sexo de una mujer, el aroma de unas axilas en celo, la suavidad de una piel amistosa, la palpitante humedad de unos labios agradecidos, la calidez de unos brazos amorosos, …y la voracidad de una sirena de río.  Mientras vivía el éxtasis, vio pasar toda su vida ante él. Eran demasiadas emociones para un corazón maltrecho. El infarto fue fulminante.
CODA
Sonó el timbre. Cuando Charo abrió la puerta se encontró con un hombre atlético de unos 30 años, algo más de un metro ochenta, pelo castaño, ojos claros labios carnosos y un hoyuelo en el mentón. ¿Buscas a alguien?, preguntó ella. La respuesta de él fue: 
                        “Me llamo Iñigo Montoya, tú mataste a mi padre,…..”

(Falta el final. Yo ya tengo pensado uno, pero puede haber otros….. ¿Alguien se anima a terminar este relato ?)






¡PUES GRACIAS!


Pues según parece, he sido galardonado. Estoy un poco descolocado.Bueno, bastante descolocado. Me siento como un intruso que se ha colado en una fiesta y  como no se entera, o se entera  a medias, se ha sentado en una esquina. Gracias Serenidad por acercarte y ofrecerme algo de beber.

Veo que hay mucha gente interesante con cosas interesantes que contar.Como no tengo prisa, iré saboreando relatos,conociendo gente y entrando en vuestras casas poco a poco. 

liebster-awad-discover-new-blog

Por cierto, tengo que decir que este premio es un premio virtual ( o sea, ¿no hay cheque?) que se da a nuevos blogs con menos de 100 seguidores.

Y ahora tengo que contestar unas preguntitas

  1. ¿Playa o montaña?. Playa (nudista, no soporto el traje de baño)
  2. ¿Coelho o Joyce?. Lo siento, no he hecho los deberes.
  3. ¿Twitter o Face Book?. No uso Twitter. Tengo Face Book, pero no le veo la gracia.
  4. ¿Cocido o ensalada?. Pues, si se fuera a acabar el mundo ahora mismo, creo que un buen cocido.
  5. ¿Azul o amarillo?.Amarillo (como soy un poco daltónico, ese lo veo bien)
  6. ¿Cual es tu postura favorita para hacer el amor?. Cualquiera en la que le pueda agarrar el culo a mi pareja.
  7. Cuál es el viaje más largo (en horas) y más largo (en kilómetros) que has hecho?(Joer, acabo de descubrir que podía hacer el corta pega.Soy un auténtico pardillo).El viaje mas largo en horas y Km. fue en el año 82, Barcelona-Estocolmo, con un citroen 2CV (Por Castilla les llamamos "Cirilas"). Tardamos una semana.
  8.  Si el dinero y el tiempo no representaran ningún problema para ti, ¿a qué dedicarías tu vida?     Pues  creo que mas o menos haría lo mismo que ahora, pero me permitiría algún caprichito.
  9.  ¿Cuál ha sido ese momento en que te han saltado las lágrimas de la risa? El viernes pasado, en el viaje a Erandio con el grupo de jazz, un compañero  de la banda contaba con todo detalle como yo había intentado meterle mano  por la noche (sonámbulo, ¡lo juro!) hace un par de semanas en el hotel de Tortosa. Me lo estoy  imaginando y me parto el culo.
  10. ¿Crees que es posible ser feliz? (explica también el por qué de tu respuesta). Según yo lo veo, no ser desgraciado ya es un motivo para ser feliz. También creo que ser feliz no es necesariamente tener que estar tirando cohetes continuamente.
  11.  ¿Te acuerdas de cómo resolver un logaritmo?. Soy de ciencias, pero nunca pude con las mates.
  12.  ¿Cuál ha sido el momento en que más vergüenza has pasado?. Cuando tenía 17 años me pillaron robando una cassette en unos grandes almacenes en Zürich. Lo pasé mal.
  13. ¿Conoces la historia o relato de tu nacimiento con detalle?. Sé que tardaba en salir y me sacaron  con forceps . Se me deformó la cabeza (pero luego volvió a la forma normal, cuidadito con las bromas...)
             Me falta lo de citar algunos blogs que me gusten y sean nuevos. 
             Mi primer descubrimiento fue Erotómana, aunque  es posible que no valga, porque no es nuevo.      He curioseado un poco y me gusta  Vuelamariposa y Las caricias de la vida. No tengo de momento andado lo suficiente para expresar  criterios respecto a otros blogs. Todo llegará.
 Si me perdonáis, lo de las 11 preguntas que yo tengo que hacer, lo dejo para otra ocasión.
                                                                                   Pues eso....gracias .