Fotografía de Spencer Tunick
Cuantas emociones, cuanta piel amiga,
cuanta ternura, cuántos regalos,...y esa sensación que me queda siempre, de que
las cosas podrían ser de otra manera, fuera de este útero tan amable y acogedor
del taller de ternura de Aingeru.
Intimidad sin derecho a poseer a nadie, la generosidad sin
esperar compensación, los ojos cerrados esperando a esa persona que nos va a
contar lo que siente, que nos va a pedir lo que necesita. Descubrir quienes
somos, lo que queremos y lo que no queremos,....abrazos tiernos,
apasionados, sentidos, besos con los labios, con los dedos, con el
corazón, poesía, tocar el cielo,...pedir, pedir y pedir, y
luego dar, dar y regalar,..y ver como van cayendo las murallas del miedo, de la
duda, de los recelos, de la inseguridad, de la culpa y de los
egoísmos,....aprender a amar sin contrato, sin letra pequeña,... terapia, pedagogía,
conciencia y consciencia.
Volar siempre ha sido uno de mis sueños, de
mis fantasías, ¡y veo
que me están creciendo las alas!
Estas son mis impresiones después de
asistir al taller de Profundización en la Comunicación, continuación del
“Taller de ternura” impartido por Aingeru Mayor en La Casita del Pez Luna, en
Madrid el pasado domingo 15 de febrero.