domingo, 26 de enero de 2014

SOBRE NUESTRO DÉCIMO ENCUENTRO



El viernes 24 estuvimos 6 parejas en el encuentro número 10 del Laboratorio Experimental de Erotismo de Palencia. Veníamos de Palencia, Burgos, Salamanca y Valladolid. La mayoría repetían, y había tres personas que venían por primera vez.

Se notó la confianza que da el conocerse de otras sesiones anteriores. Todos vamos aprendiendo de todos. Aprendemos lo que les gusta a los demás y lo que no, aprendemos a aceptar la visión que cada uno tiene de la desnudez propia y ajena, aprendemos a respetar la manera en cada uno/a siente las caricias de los demás, como interpreta cada uno la cercanía con otros cuerpos, cuales son los límites que cada uno/a plantea. Estamos aprendiendo que la frontera entre sensualidad y sexualidad, si es que existe, cada uno de nosotros la situamos en un lugar, y que ese lugar no es siempre el mismo. Quien ayer dejó muy claro que ciertas zonas de su cuerpo eran “sagradas”, hoy ya no vive las caricias como una agresión o un ataque a su intimidad, y es capaz de relajarse y disfrutar del placer de su propio cuerpo.

¿Qué es lo que ha cambiado?

Según mi modesta opinión, el buen ambiente que se crea, es propicio para que se alejen algunos fantasmas. Tratamos de crear un clima de respeto y confianza, de fomentar la intimidad también a nivel emocional, no sólo de contacto físico. Intentamos que todo el mundo exprese lo que ha sentido al final de la sesión. Hablamos de lo que ha gustado y de lo que no. Nos obligamos a ver y sentir como otros ven y sienten determinadas situaciones. Estamos consiguiendo que nadie sienta vergüenza por decir y por reconocer lo que le gusta y lo que no le gusta en materia de caricias, abrazos, y todo el abanico de posibilidades que pueden proporcionar las sensaciones táctiles. Estamos tratando de desmitificar y de contrarrestar de una manera consciente, los negativos efectos de un modelo sociocultural en el que disfrutar del cuerpo es considerado algo sucio y sospechoso, especialmente cuando ese disfrute se produce fuera del marco de la “pareja heterosexual bendecida por la sociedad”.

No estamos inventando nada. Nos conformaríamos con que la gente que nos rodea supiese que hubo una época de la humanidad en la que se gestó nuestro modelo cultural actual,y  en la cual el cuerpo desnudo no era motivo de escándalo y los placeres del cuerpo no eran algo ilícito, aunque se viviesen fuera del “sagrado marco de la pareja tradicional”.


La infinita oferta de pornografía en cualquier formato, evidencia el desequilibrio de una sociedad hipócrita que puede considerar un héroe a Nacho Vidal, pero que podría crucificar a su vecino por tomar el sol desnudo en su terraza (no vaya a ser que mi mujer lo vea y le guste)

Besos en las nalgas

jueves, 23 de enero de 2014

A TIRO FIJO


El pasado domingo 19 tuvimos encuentro erótico en Palencia, en un local en el que nunca habíamos estado y en el que probablemente organicemos algún encuentro más. Es algo más espacioso, es agradable, y está abierto a proyectos y propuestas nuevas. Se llama “Esplai Palencia”. De todas formas, seguimos en el SPA de la plaza de Europa.

Al terminar las sesiones, solemos, con mayor o menor éxito, intentar una puesta en común de lo vivido durante los ejercicios, juegos, sesión de masaje. En ésta última sesión del domingo 19 destacó la queja de dos personas (mujeres) que manifestaron que uno de los participantes, a la hora de acariciar y en la sesión de masaje, se centraba exclusivamente en la zona genital, y aunque a veces parecía que “pasaba” por otras zonas, se le notaba que lo que hacía era dar un rodeo para volver otra vez a lo mismo. Ellas se lo tomaron con filosofía, pero parece que, vista la insistencia, una de ellas tuvo que pararle los pies.

Todavía estamos en una fase en la que se están perfilando los códigos internos de nuestro proyecto, todavía hay personas que no saben a qué atenerse cuando nos llaman, o cuando vienen a un encuentro. Hasta cierto punto es lógico. Pero yo creo que estamos dando pistas suficientes para que todo el mundo entienda que en estos temas tan delicados, no se debe ir “a tiro fijo”. Todo el cuerpo humano es un mapa de placer sensual y erótico. Seguir insistiendo en lo genital es querer seguir siendo “pobre” (sobre todo de espíritu).

Otra cosa que llama la atención, es que el hecho de formar parte de círculos en los que el sexo es algo fácil y cotidiano, no es de por sí garantía de “apertura” ni de amplitud de miras. Hemos podido comprobar cómo algunas de éstas personas se sienten tremendamente incómodas si se les pide participar en alguna actividad en la que sea necesario sostener durante unos minutos la mirada con la pareja (normalmente no es con “su pareja habitual”), o si se les pide que le digan algo agradable a su pareja, o si se les pide simplemente que se relajen (es increíble lo problemático que es para algunas personas relajar una pierna, un brazo, ya no digamos todo el cuerpo). Por el contrario, he de reconocer que son personas en las que la palabra celos no existe, y que tienen plena confianza el uno en el otro. Una de ésta personas, varón, manifestó, que muchos de los hombres (en realidad utilizó otra palabra que hacía referencia al mundo animal) que frecuentan ciertos ambientes “liberales” deberían darse una vuelta por aquí para aprender como acariciar a una mujer, lo cual es un halago, sin duda.

Todos estamos aprendiendo de todos. Lo que más me ilusiona es que hay personas que, a pesar de tener “mucho recorrido”, repiten, y están asomando la nariz porque ven puertas entreabiertas y sienten curiosidad sana. Algunas de ellas manifiestan haber logrado tener una actitud más relajada respecto a un tema (el erótico) que antes las tenía permanentemente tensas y a la defensiva.


El placer es más placer si es algo consciente.

domingo, 5 de enero de 2014

¿CON O SIN ORGASMO?



Mucha gente me escribe interesándose por una cuestión: 
 ¿Hasta dónde llegamos en nuestros experimentos?¿Hay límites?¿Hay sexo?
Es difícil decir en qué momento una caricia, un abrazo, un roce, se convierten en sexo. Hay personas que lo consideran sexo si detrás de esa caricia, abrazo o roce, hay deseo y excitación. Para otros no hay sexo si no hay penetración. Acariciar los genitales de una persona sin intención masturbatoria, ¿es sexo?. Y si no hay intención masturbatoria, pero la persona acariciada tiene un orgasmo, ¿es eso sexo?
Quizá sea mejor despreocuparse por saber si hay sexo o no hay sexo.
Sin embargo me parece importante aclarar que la idea de erotismo y sensualidad que aquí perseguimos, es la de paladear, recrearse... Ser consciente de la importancia que tiene que una mano desconocida recorra nuestra espalda sin prisa, juguetona, que luego baje hasta acariciarnos las nalgas, con amabilidad, con mimo, que se atreva luego a aventurarse entre nuestras piernas y a rozar levemente nuestros genitales, para subir por el vientre hasta el pecho y el cuello, mientras nuestras manos a su vez, intentan averiguar quién esa misteriosa persona que nos “habla” con tanta confianza,(ya sabéis que solemos experimentar con los ojos vendados) mientras olemos su piel desconocida y vamos pasando de tratarnos de “Vd” a tratarnos de “tú”, mientras nos vamos descubriendo, tanteando, …ganando su confianza, mientras vamos venciendo nuestros miedos, hasta fundirnos en un abrazo en el que la sensualidad y la afectividad se confunden.
Lo normal es pensar que esa sucesión de acontecimientos tiene que conducir irreversiblemente a la penetración, con su correspondiente orgasmo. Bueno, si las cosas se desarrollan así, porque así lo han decidido las personas que están implicadas, nos alegraremos por ellos. Pero permitidme que utilice una metáfora para intentar explicar otra visión del tema. Un catador de vino saborea, paladea, analiza y se recrea en las sensaciones que le transmite una pequeña cantidad de vino que retiene en el paladar. Esta operación la puede repetir tantas veces como quiera, apreciando y disfrutando la diferencia entre un vino y otro. Lo que no hará nunca es beberse la botella de un trago y perder el control, no caerá en la glotonería, no perderá el gusto por los detalles, no permitirá que su mente se embote, porque entonces ya le darán igual los detalles, y no apreciará los refinamientos y las diferencias.
Sustituyamos el vino por la piel de una o varias personas desconocidas a quienes queremos conocer, olfatear, saborear, retener en la memoria. Degustemos las diferentes texturas de la piel, la diferencia de temperatura, las diferentes maneras de respirar, encontremos esa zona que provoca alteraciones en la respiración de la otra persona, comprobemos como nos busca con las manos temblorosas, dilatemos el momento, hagamos que dure eternamente, que no sea tan importante esa explosión con la que todo se acaba, no nos pongamos como meta el orgasmo.

Si ha de llegar, ….llegará.